El germano no es un hombre que se suela callar las cosas. Hace ya casi dos años Walter Röhrl hablaba de los nuevos World Rally Cars como máquinas para amas de casa, opinión que seguramente haya variado con el estreno de los nuevos coches este año. El bicampeón del Mundo ha sido uno de los pocos que ha logrado ganar en el Rallye de Monte-Carlo con cuatro coches distintos de cuatro marcas diferentes.
Es esa capacidad de adaptación y su espectacular pilotaje lo que caracterizaron al genio alemán y ahora, 35 años después, su opinión sigue siendo muy a tener en cuenta por todas las personas que rodean al Mundial de Rallyes. Röhrl ha sido junto a Ari Vatanen uno de los pilotos que han expresado su opinión recientemente acerca de Sébastien Ogier. Precisamente en la columna de opinión para la web oficial del Festival de Goodwood (en la que el alemán expresaba sus sensaciones al volante del Audi Grupo S) dejaba alguna de las claves de este WRC que nos está tocando vivir en la actualidad.
Y es que entre los aficionados surge cíclicamente la misma duda de si al comparar un piloto moderno con los de las décadas de los ochenta o los noventa, o lo que es lo mismo, a Loeb u Ogier con los Sainz, McRae, Vatanen, Kankkunen o el propio Röhrl. Obviamente, la comparación directa en todos estos casos ha sido difícil por no decir imposible, e incluso, en el caso de Loeb que ha podido convivir con Carlos o Colin no sería concluyente el realizarla ya que todos ellos estaban en momentos de sus carreras deportivas diferentes.
Pero lo que sí se puede hablar es de la forma en que han cambiado los rallyes y cómo los pilotos se han adaptado a ellos. El propio Röhrl da la clave para ello: la longitud de las pruebas de hace más de dos décadas y la forma en que han evolucionado los coches.
Creo que Sébastien Ogier que es el mejor del WRC actual, tiene una vida mucho más difícil que la que yo tenía, porque todo el mundo puede ir rápido con los coches modernos. Él tiene que atacar mucho para poder ser 10 segundos más rápido. Yo era un minuto más rápido. La suspensión, el resto de elementos técnicos, ahora son increíble. En mi época había muchas áreas donde podías demostrar que eras mejor, especialmente en los cambios de marchas o en el pilotaje de noche, pero, ¿ahora qué queda? Es un sprint.
Según Röhrl, la clave para mejorar los rallyes actuales sería la de hacer pruebas más largas, con mayor kilometraje y además hacer unos reglamentos con menos electrónica para evidenciar más los talentos de cada piloto.
Si tuviera que encargarme de las reglas trataría de reducir la electrónica en los coches. ¿Por qué no regresar a las cajas manuales? Yo propondría tener un solo diferencia, 35% bloqueado y de deslizamiento limitado. Sería más barato, y divertido para los espectadores. Para los pilotos sería también más fácil. Si puedes cambiar muchas cosas en tu coche tú nunca estarás seguro de ello. Los rallyes en mi era eran carreras de resistencia para pilotos y coches. Cuando conduces 40 horas sin un descanso, entonces el hombre en mejores condiciones será el más rápido. Creo que algo de esto atraería de nuevo a los fans. También un paquete de medidas con el que se vieran las diferencias entre los pilotos con más claridad: hoy en día, los cambios son perfectos, los frenos son perfectos, las suspensiones son perfectas…