El regreso de la IndyCar Series supone también la vuelta de las eternas sesiones de pruebas. A diferencia de muchas categorías de monoplazas, el campeonato más importante del open-wheel en los Estados Unidos sí que permite hacer varios test durante la temporada, tanto en grupo como por fabricantes de motores y aerokits. En esta ocasión, la IndyCar contó con la presencia de todos sus pilotos de 2017 junto a Juan Pablo Montoya, que preparó en Barber su participación en las carreras de Indianápolis del mes de mayo.
Takuma Sato dio nuevas esperanzas en su recuperación de forma particular. El japonés rozó el podio en la primera cita en St. Petersburg e hizo el mejor tiempo de la sesión matinal en Barber, 1:08.170. Le siguieron Tony Kanaan, Will Power, Scott Dixon y Alexander Rossi, demostrando de nuevo la gran igualdad de los tiempos y la anulación momentánea del dominio del pack Chevrolet sobre el pack Honda.
Como es habitual, las mejores vueltas volvieron a marcarse en la sesión de tarde. Sato mejoró dos décimas su mejor giro, pero solo le valió para ser sexto. Aunque Max Chilton fue líder durante los últimos 20 minutos de la sesión, su buen tiempo fue mejorado en el último suspiro por Power, que se marcó un 1:07:751 y batió al inglés por apenas 8 milésimas de segundo. Completaron el top 10 Josef Newgarden, Montoya, Marco Andretti, Sato, Dixon, Ryan Hunter-Reay, Graham Rahal y un discreto Simon Pagenaud que estrenó decoración llamativa.
Pocos incidentes marcaron la jornada: apenas un golpe de Newgarden al principio de la tarde que no le impidió volver a pista y trompos separados por parte de Charlie Kimball, Kanaan y Sébastien Bourdais, más discreto hoy después de su sorprendente victoria en la primera carrera de 2017.