Pocono es un escenario casi ideal para la IndyCar Series. El superspeedway regresó al calendario de la categoría de monoplazas hace apenas cuatro años y vio en su quinta edición un evento tenso, con adelantamientos y pocos accidentes. En medio de una estrategia convulsa forzada por un par de choques apareció Will Power, que recuperó una vuelta perdida y arregló un mal día de la mejor manera posible. El australiano logró su tercera victoria del año y mantiene una ligera opción de título.
Tony Kanaan tomó la primera posición en el comienzo de la carrera, demostrando su buen hacer en los óvalos. El poleman Takuma Sato no pudo replicar su gran vuelta de clasificación y perdió posiciones rápidamente, acercándose poco al top 10 durante el resto del evento. Esteban Gutiérrez empezó bien en un grupo numeroso pero se estrelló en la curva 3 tras 22 vueltas, un choque que provocó su abandono y la primera bandera amarilla por los restos que dejó en la pista. Kanaan y Alexander Rossi dejaron al frente a Scott Dixon, por delante de unos constantes James Hinchcliffe y Josef Newgarden que mantuvieron sus altas posiciones después de la primera ronda de pit stops en bandera verde.
Dixon sacó pequeñas ventajas al parar antes, aunque Rossi no se despegó del Ganassi. Power era el mejor de los Penske hasta que un pequeño toque con Kanaan le desajustó el alerón delantero. El australiano entró en boxes y perdió una vuelta con el cambio de su morro. Rossi y Ryan Hunter-Reay pasaron al frente en la mitad de carrera, al adelantar ambos a un paciente Dixon. Ahí empezó a torcerse el día de Hinchcliffe, que perdió diez puestos en boxes al pasarse de frenada en la llegada a su pit stall y salvó un derrape imprevisto de su coche en la curva 1 de forma espectacular.
Quien no salvó a su coche del muro fue Sebastián Saavedra, que se accidentó en la vuelta 115 en plena nueva ronda de detenciones en boxes al intentar adelantar a Carlos Muñoz. Los líderes Hunter-Reay, Rossi, Dixon, Kanaan y Graham Rahal pararon justo antes de la caution y se vieron beneficiados ante el paso por el pit lane de Newgarden, Hélio Castroneves, James Hinchcliffe y J.R. Hildebrand en la misma bandera amarilla. Esos dos últimos pilotos causaron otra caution poco después, al cerrar Hildebrand a Hinchcliffe en exceso en la peligrosa curva 1. Ambos parecían mareados tras su fuerte impacto pero pudieron salir de los monoplazas por su propio pie.
Quedaban aún 67 giros para el final en la resalida y la tensión empezó a notarse en la lucha por el liderato. Rahal y Kanaan se alternaron el primer puesto en doce vueltas consecutivas, siempre en la curva 3. Power se desdobló de los líderes con el accidente de Saavedra y pasó varias veces por boxes para llenar su tanque de gasolina; así alargó su siguiente parada, en lo que sería la maniobra decisiva. El de Penske se puso líder con las detenciones del resto de la parrilla y dio seis vueltas en solitario a un ritmo mucho más veloz. Cuando Power paró en la vuelta 160, disponía de cuatro segundos de ventaja sobre el grupo de Kanaan, Rossi, Dixon, Newgarden y compañía.
Dixon abrió la veda de las últimas paradas por gasolina en la vuelta 176, cubriéndose Power las espaldas al entrar en la vuelta siguiente. Rossi y Newgarden entraron cinco giros más tarde y la estrategia final dio sus frutos, ya que pasaron tanto a Dixon como a Kanaan y se convirtieron en los perseguidores finales de Power, que aguantó todos los ataques de su compañero Newgarden tomando el interior de la recta entre las curvas 2 y 3. Power consiguió así el triunfo, seguido de un Newgarden más líder del campeonato ante los resultados de sus rivales cercanos (Simon Pagenaud 4º y rozando el podio, Dixon 6º y Castroneves 7º). La próxima cita tendrá lugar en Gateway, óvalo novedoso para la gran mayoría de pilotos de la IndyCar Series.