El último Consejo Mundial del Motor del año estaba claro que iba a traer sorpresas, seguramente muchas más de las que todos esperábamos y algunas del calado e importancia como la que afectará al Campeonato del Mundo de RallyCross. Después de dos temporadas en las que los vehículos eléctricos han sido los principales y únicos protagonistas de la categoría reina, el viraje ha sido enorme, llegando a una situación que podríamos haber hablado en el pasado que sería más una transición que el siguiente paso después de la adopción de los vehículos alimentados por baterías.
Y es que los Supercars eléctricos no sólo han sido protagonistas estos dos años en las habituales carreras repletas de acción que caracterizan el World RX. En ocasiones también han estado en el foco mediático con sucesos tan preocupantes como los que rodearon al evento de Lydden Hill, con el incendio que calcinó por completo los dos Lancia Delta Evo-e del equipo de Guerlain Chicherit y Sébastien Loeb (Special ONE Racing) y que llevó a la drástica decisión de dejar de competir con los vehículos RX1e y terminar la temporada 2023 con los RX2e.
En este punto, le tocaba a los responsables del Campeonato del Mundo de RallyCross medir con mucho tacto cuál sería el siguiente movimiento. Sorprendentemente, ese ha sido el de crear lo denominado como concepto de la “Batalla de Tecnologías”, el cual permite el regreso de los motores de combustión interna a competir por la clase reina intercontinental y con la promesa por parte de la FIA y del departamento técnico de que ambos tipos de propulsión competirán en “términos iguales”.
En este caso, los motores 2.0 turbo que se venían empleando en los Supercars del World RX pasarán en este caso a emplear combustible sostenible para reducir la huella de carbono, en una situación sorprendente y que no deja de demostrar que aquellos campeonatos que optaron por una electrificación súbita, desterrando por completo los motores térmicos, quizás se precipitaron.
De esta forma, el World RX regresa a la casilla de salida, a un concepto que por ejemplo ya empleó el Trofeo Andros en su decisión de convertirse en eléctrico a través de una transición ‘suave’ y que en el caso del Campeonato del Mundo de RallyCross decidió omitirse por completo después de perder a los fabricantes que estaban involucrados, entre ellos Audi, Ford, Volkswagen y Peugeot. Otros campeonatos de rallycross con mucho pedigrí, como son los casos del británico o del nórdico también vienen optando por permitir competir a los eléctricos frente a los vehículos de combustión interna.
No se aclaran los motivos del cambio y esta adopción de la “Batalla de las Tecnologías” por parte del World RX, pero parece claro que las inscripciones durante los dos primeros años de la normativa no trajeron los inscritos que se esperaban, con apenas 8 en 2022 y una decena en esta campaña que acaba de concluir. Por el momento, el WRX ha anunciado que permitirán un máximo de 16 inscripciones permanentes en 2024, estando abiertos a solicitudes de pilotos no permanentes en cada una de las fechas.
A medida que World RX avanza hacia su segunda década, estamos entusiasmados de presentar el nuevo concepto de ‘Batalla de Tecnologías’. Todos hemos visto y disfrutado de la potencia electrizante y el potencial del RX1e durante los últimos dos años, y también hemos sido testigos de mucha pasión por los coches con motor de combustión en el Euro RX. Ha habido un tremendo interés por parte de pilotos y equipos de todos los ámbitos, y creemos que este nuevo formato sostenible ofrece tanto a los competidores como a los aficionados lo mejor de ambos mundos – Arne Dirks
En cuanto al resto de medidas, Hoosier Tire reemplaza a Cooper como suministrador de neumáticos único del campeonato, mientras que el formato deportivo también se ha actualizado y se regresará a la clasificación que puntúa por posición y no por tiempo, buscando en este caso reducir ese riesgo a que la pista evolucione muy rápido y esto ayude claramente a los competidores que salen en una de las últimas mangas. De esta forma se espera que el formato sea aún más comprensible.
