Apenas ha habido dos campeonatos en el orden de cosas de la reunión celebrada hoy por el Consejo Mundial del Motor de la FIA de forma telemática. La primera, implicaba la contención de costes de la Fórmula 1, prohibiendo que las escuderías pudieran saltarse este momento de impasse para destinar una gran parte de sus recursos financieros en el desarrollo del monoplaza de 2022 y de paso saltarse el techo presupuestario de 2021. También el Mundial de Rallyes ha estrenado novedades, comenzando en este caso por algunas soluciones en lo referente al tren motriz
La primera de ellas implica en la confirmación acerca del que será el suministrador del sistema híbrido para los nuevos World Rally Cars o Rally1 entre los años 2022 y 2024. Compact Dynamics GmbH, propiedad del Grupo Schaeffler desde 2016, ha sido confirmada como ganadora de la licitación abierta por la FIA el pasado 19 de diciembre. Se confía de esta forma en una empresa con experiencia en este tipo de tecnología y la cual ya se ha encargado de ser la proveedora del motor (sistemas de accionamiento y generadores/MGU) tanto para la Fórmula 1, el WEC y la Fórmula E.
Se mantendrán los motores actuales en 2022:
Era seguramente una de las grandes incógnitas que quedaban por resolver acerca del reglamento para la temporada 2022, el primer año de los nuevos Rally1 como protagonistas de esta nueva era del Mundial de Rallyes llamada a reducir los costes respecto a los WRC actuales. La austeridad propuesta no incluye en este caso el cambiar la base de los propulsores para adoptar una más próxima a la de los R5 como ya se ha anunciado que se hará en otras áreas como la suspensión, transmisión o el sistema de frenos.
El Consejo Mundial del motor aprobó por tanto “las disposiciones para que las reglas técnicas del motor Rally1 conserven el mismo motor base que el actual, pero con medidas para reducir los costos y el desarrollo”. Esto quiere decir que finalmente los equipos, Promotor del WRC y la FIA ha acordado el seguir adelante con los motores globales, bloques de cuatro cilindros 1.6 turbo que son capaces de desarrollar en torno a los 380 CV. Se deja abierta por tanto la opción a que se empiecen a emplear más elementos derivados de la serie, en lugar de limitarlo únicamente emplear el mismo bloque de cilindros y la culata. Por lo tanto, la FIA ha decidido que el recorte de costes en los WRC no se base únicamente en la parte del motor, lo que obviamente tendrá incidencia en el porcentaje de reducción de precio.