Objetivo no perder fabricantes y esperar a que la situación económica y el nuevo reglamento pueda atraer a más marcas más allá de 2023. El Mundial de Rallyes es consciente de las especiales circunstancias que se viven en la actualidad, coincidiendo con lo que se esperaba que fuera su transición hacia los vehículos con trenes motrices híbridos que en teoría deberían ser auto-recargables para aprovechar la energía en las frenadas. Con tres fabricantes, dos de ellos con apoyo directo de marca, la situación se ve mucho más quebradiza de lo que parecía a estas mismas alturas hace un año.
La marcha de Citroën al finalizar la temporada 2019, la crisis económica que se vaticina o los altos costes que supone el desarrollar un nuevo vehículo con características técnicas distintas puede llevar a que muchos se planteen su futuro dentro de la disciplina, especialmente en el caso de M-Sport, la cual no cuenta con el manto siempre reconfortante de tener a una fábrica detrás como sí lo tienen Hyundai o Toyota.
Una cosa es muy importante y en nuestro caso tal vez estemos en una posición distinta a la de la Fórmula 1: los fabricantes del WRC nos han dado todos un mensaje de solidez al respecto de que ellos desean continuar involucrados más allá de 2022. Tal vez tengamos que cambiar algunas cosas, pero todos ellos nos han dicho que quieren comprometerse hasta 2022, y lo más importante, para el futuro. Y tal vez más que nunca ellos están más convencidos acerca del futuro de la disciplina, pero también acerca de la sostenibilidad del WRC y de la idea de tener 20 coches (apoyados por el fabricante) en la salida de cada evento.
De esta forma, Yves Matton en declaraciones recogidas por DirtFish, ahondaba en su idea de que los fabricantes puedan en el futuro tener no solo World Rally Cars o Rally1 representando a la marca en cada prueba, sino también que en el resto de categorías teloneras hubiera distintos vehículos, desde Rally2 hasta Rally4 o Rally2, todos ellos con cierto apoyo por parte de cada una de las firmas. Podemos ver un anticipo en el sistema que ya se ha empezado a implementar esta temporada 2020, aunque ha sido quizás más patente en el caso de Citroën Racing, la cual al no tener que destinar presupuesto al proyecto WRC, ha podido apoyar a distintos equipos y pilotos en WRC2 y WRC3.
Esto me da mucha positividad y confianza para el futuro del WRC, especialmente en lo referente a que los fabricantes quieran seguir involucrados en distintos niveles y no solo en los coches de la categoría reina. También estar con programas para clientes. Todo el mundo está realmente con la mente abierta en el cambio y en probar distintas soluciones para encontrar la mejor de cara al futuro del campeonato y de los rallyes en general.
Vía | DirtFish
