Mucho se ha hablado durante las últimas semanas del futuro del Mundial de Rallyes, de la posible entrada de nuevas pruebas que amplíen el mercado disponible o de la posible llegada de otros fabricantes. Este último punto ha pasado a ser un objetivo prioritario para un campeonato que vive en la quebradiza estabilidad de contar con tres equipos oficiales compitiendo en la actualidad, pero que sigue sin ser lo suficientemente atractivo como para atraer a más marcas, algo que por ejemplo el Mundial de Fórmula 1, el WEC, e incluso la Fórmula E, sí han conseguido durante los últimos años.
Con la lógica apuntando a que el próximo ciclo reglamentario no tendrá demasiada variación en cuanto a las características del tren motriz, si cabe aumentando el rendimiento de la parte eléctrica o con la utilización de otro tipo de combustible sintético, la FIA y los promotores del WRC están trabajando nuevas formas a través de las cuales pueden atraer a más firmas, pasando por un recurso que precisamente han adoptado los tres campeonatos intercontinentales antes mencionados: establecer un techo presupuestario.
Y es que la situación lo ha obligado. Ni la hibridación, ni la posibilidad de escalar modelos a través de los chasis tubulares y las carrocerías de fibra parecen haber sido lo suficientemente atractivas como para ser el reclamo, esos cantos de sirena, que hayan terminado de convencer a Renault, Skoda o a uno de los fabricantes asiáticos a dar ese último paso. Aunque se aseguró que se trataría de rebajar el coste de desarrollo y de producción de los Rally1 respecto a sus predecesores, los World Rally Cars, la apuesta no salió y eso ha terminado de perjudicar a la hora de convencer a los ‘indecisos’, palabra que escucharemos hasta la saciedad en las próximas semanas fuera del deporte.
En este momento estamos hablando de esto. Con respecto a los coches actuales, había una hipótesis de un techo máximo de gastos. No puedo decirles cuánto fue el techo, pero puedo decir que nos estamos desviando un poco, vamos en la dirección equivocada. Este es un deporte dirigido por ingenieros y los ingenieros quieren tener los coches más rápidos, pero es muy importante poner un tope a los costos. Tenemos que reducirlos. Los jefes de equipo que presenten Rally1 deben acudir a sus respectivas Juntas Directivas y deben justificar su inversión. Eso es seguro – Peter Thul, director deportivo del WRC, le dijo a Motorsport.com
Con el sistema híbrido ya desarrollado y repartido los costes a partes iguales entre los fabricantes y la FIA, evidentemente, los nuevos fabricantes que busquen la entrada pueden tener un camino más allanado. No tiene ni tan siquiera que ser un techo de costes con una cifra fija como hacen la Fórmula 1 y la Fórmula E, sino que el propio Andrew Wheatley, sustituto de Yves Matton al frente del departamento de rallyes de la FIA, confirmó que puede también valorarse otras alternativas como la del WEC: “puede ser una restricción técnica y deportiva en una regulación que puede tener el mismo efecto de un techo de costes. Creo que esto ha funcionado muy bien con los coches de Rally2, donde hay un límite técnico de costes y se ven los resultados”
Creo que tiene más sentido que un fabricante gaste dinero en marketing y participación en el campeonato que en un pistón o en ahorrar 10 gramos o algo así. Creo firmemente que, si pudiéramos reducir el costo de la tecnología, tendría más sentido, porque la marca tendría más poder para ingresar al WRC. Sería bueno para ellos y para el Campeonato del Mundo. Creo firmemente que este es una buena opción. Es algo relevante para la F1 y la Fórmula E y es algo que está sobre la mesa. Si todos están a bordo, entonces tiene sentido hacerlo – Xavier Mestelan Pinon, director técnico de la FIA
En cuanto a los equipos, las opiniones son variadas. Cyril Abiteboul sí aboga por la introducción de un límite presupuestario, incluso poniendo la lupa en la limitación del desarrollo aerodinámico, e incluso a valorar una “solución de tecnología electrificada adecuada”. Jari-Matti Latvala, también en declaraciones a motorsport.com ha apuntado a que no está seguro que el camino sea el techo de costos, pero sí que se necesitan que “los coches sean más baratos”, mientras que Richard Millener comparte visión con el finlandés y destaca que necesita una mejor comercialización: “Para mí, hay una idea de límite de costos y podemos discutirla y hay ideas, pero el mayor retorno del deporte provendrá de un mayor retorno del marketing y de la participación de los aficionados”.
Vía | Motorsport.com