WRC Trophy: otro experimento que no le funciona a la FIA

Ha pasado completamente de inadvertido. Lo que en un principio se creó como una gran iniciativa para mantener en competición a los World Rally Cars de antigua generación, ha terminado siendo un campeonato completamente menor, el cual no ha tenido el seguimiento adecuado por los promotores ni por los pilotos. La primera edición del WRC Trophy se cerraba en el pasado Rally de Gales coronando a Jourdan Serderidis como campeón, único piloto que ha conseguido completar las cinco citas, todas ellas en el podio, algo que revela el verdadero nivel que ha mostrado este trofeo durante su primer año de vida.

Dos eran las victorias que se anotaba este piloto griego de 53 años, una en Monte-Carlo y otra en Gales (tres si tenemos en cuenta que también estará en el Rally de Australia como único inscrito), aprovechándose en gran parte de las ocasiones de las cortas listas de inscritos presentes, siempre por debajo de las cinco unidades, y a la irregularidad del resto. Valery Gorban y su inseparable MINI JCW WRC eran sus máximos rivales ya que Yazeed Al-Rajhi no ha seguido regularmente el campeonato este año. El ucraniano ha disputado siete pruebas, cumpliendo el cupo máximo de participaciones y abandonando entre de ellas, algo que le hace perder por sólo un punto este título sin ni siquiera hacerse completado todo el calendario.

Su ritmo conservador al volante del Citroën DS3 WRC le hará ser el primer campeón del campeonato en la historia del Mundial de Rallyes, quizás el último ya que el experimento no ha terminado de cuajar y la negativa de Marijan Griebel, Campeón del ERC Junior U28 de 2017, de competir finalmente con un WRC 2016 en una de las citas europeas del Mundial de Rallyes ha supuesto un clavo más en el ataúd. Los tiempos de Serderidis nunca han destacado demasiado, con un quinto y un séptimo puesto como mejores resultados en su anterior etapa en el WRC2 en dos pruebas en las que la presencia de participantes suele ser muy limitada, como es el caso de Australia y México. Su experiencia internacional más bien limitada, comenzando apenas hace un lustro con un R2.

No es la primera vez que ocurre. La primera temporada de la Copa FIA R-GT también se desinfló con el paso de los rallyes, llegando incluso a peligrar el título conseguido por François Delecour y Tuthill Porsche al no llegar a la cuota de cinco equipos inscritos de forma regular en el campeonato. La segunda edición, ya en 2017, tampoco ha tenido un gran poder de convocatoria, con Romain Dumas como único piloto que ha seguido regularmente el calendario. Resta la celebración del Rallye Intenational du Valais, sin embargo, el piloto francés es ya matemáticamente campeón con Fabio Andolfi.

Dos grandes ideas que han contado con la desidia del promotor y la falta total de interés por parte de los pilotos privados que no han podio disputar la temporada completa al volante de un WRC de 2017. En el caso del WRC Trophy , sin Lorenzo Bertelli, Martin Prokop, Nasser Al-Attiyah o el propio Yazeed Al-Rajhi, el impacto del campeonato se ha visto seriamente reducido, por mucho que algunos se empeñen en decir que está en juego un’ Título Mundial’.

Clasificación del WRC Trophy a falta de un rally: