Vincent Vosse, propietario de WRT, escudería privada que participa en categorías de GTs, coches deportivos y DTM, explicó que la actual situación por la que atraviesa el deporte motor va a incidir de forma negativa en los equipos privados como el suyo porque la paralización absoluta compromete sus finanzas hasta el punto de que llegará un momento en el cual ni siquiera podrán disponer de presupuesto para cumplir con los mínimos gastos operativos.
La situación para equipos clientes es complicada porque deben honrar compromisos con sus proveedores, en el DTM tienen un trato con Audi para operar tres RS5, programa debe ser financiado a través de socios y patrocinadores, pero mientras no se realicen carreras no va a percibir ingresos, pero igual debe pagar por los coches y la asistencia técnica.
Explicó que el DTM contempla una cobertura básica que de alguna forma amortizará parte de las consecuencias que el COVID-19 ha causado en el corto plazo, pero más allá de dos o tres meses la situación se pondrá crítica para ellos porque además de los tres Audi RS5 en el DTM, también deben competir en categorías de GT3, resistencia y en el ADAC GT Master. Desde esta perspectiva luce complicado cumplir con todos esos compromisos.
La paralización debido a la pandemia traerá muchos problemas para el equipo, no solamente porque no podrán competir sino que su principal socio, AMP Belgium, también tiene problemas para producir. El período de cuarentena no son vacaciones para un equipo como WRT y si bien Vosse no quiere ser pesimista, estima que cuando todo retorne a la normalidad muchas personas cambiarán su forma de ver la vida.
En palabras de Vincent Vosse:
Estamos enfrentando una de las mayores crisis y creo que tendrá un grave impacto si no hay competiciones en 2020, que no lo pienso ni por un segundo. Podemos estar satisfechos si llegamos a completar el 80 por ciento de nuestro programa general. A estas alturas es urgente que la temporada comience en junio.
Vía | Speedweek
