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Cualquier coche puede quedarse sin batería. Esta incómoda situación impide que la electricidad llegue al motor de arranque, o llegue poca electricidad, y no podamos encender el motor del coche. Te recomendamos que intentes arrancar el coche mediante algunos de los métodos que te proponemos. Una de las formas más comunes es arrancarlo con pinzas – lo que requiere la presencia de otro coche – o usar un arrancador portátil. Otra forma de hacerlo es al tradicional «empujón», dejándolo caer por una cuesta abajo o incluso usando un gato y una cuerda.
Las baterías de los coches no tienen una duración infinita. Pueden durar tres años o diez años, pero acabarán degradándose y fallando, normalmente sin que el propietario del coche se dé cuenta. Una noche especialmente fría puede rematar una batería que estaba ya tocada, descargarla al completo o incluso inutilizarla. O puede que te hayas dejado las luces encendidas. En la batería del coche se almacena electricidad, que nos permite usar accesorios del coche con el motor apagado, como su iluminación o el equipo de sonido. Una de sus funciones clave es que almacena electricidad suficiente para arrancar el motor del coche.
1) La opción fácil: llama al seguro
Si no tienes conocimientos de mecánica, o te has quedado sin batería en una zona peligrosa -como el arcén de la autopista- lo mejor es que llames al servicio de asistencia en carretera de tu seguro y les expliques tu situación. Enviarán a una grúa, que tratará de arrancar el coche in situ, normalmente con un arrancador portátil o con unas pinzas. Cuando tu coche vuelva a estar arrancado, tendrás que conducir durante al menos media hora para asegurarte que el alternador devuelve la carga a la batería, y no tengas que llamar de nuevo a la grúa al día siguiente. Si tu batería está muy tocada, lleva el coche al taller y cámbiala.
2) Usa unas pinzas y pide ayuda a otro coche
Si tienes en tu coche un juego de pinzas de batería, podrás arrancarlo pidiendo ayuda a otro vehículo. Llama a un amigo o pide ayuda a algún conductor que pase cerca. Antes de nada, hemos de deciros que este método no es el mejor para un coche de última generación. Si tu coche tiene 10 o 15 años no habrá problema en usarlo, pero los picos de tensión que se producen usando pinzas de arranque pueden jugarle una mala pasada a la electrónica de un coche moderno -especialmente a algunos sensores, al control de estabilidad o a su sistema eléctrico. Usa las pinzas como último recurso en esta situación.
Si decides usar el método de las pinzas, asegúrate de que las pinzas son de buena calidad, y de que su cable tiene un buen diámetro, además de una longitud que te permita conectarlas cómodamente a otro coche. Nosotros te recomendamos este juego de pinzas (ver enlace al producto en Amazon). El proceso de conexión de los dos coches debe hacerse en un orden concreto. En primer lugar, conectamos el cable rojo al polo positivo de la batería del coche cargado -normalmente tiene una tapa de color rojo o el símbolo «+». Después, el otro extremo del cable rojo, al polo positivo de la batería descargada.
A continuación, conectamos la pinza negra al borne negativo de la batería cargada, y el otro extremo, a una toma de tierra en el coche descargado. Una toma de tierra puede ser cualquier elemento metálico sin cables o piezas electrónicas a él conectadas. El remachado interno de la aleta suele ser un lugar idóneo. A continuación, arrancamos el coche cargado, y le pedimos a su conductor que mantenga el motor a unas 2.000 rpm, para que su alternador provea suficiente corriente. Accionamos el contacto del coche descargado, y si todo va bien, en unos segundos habremos logrado arrancarlo.
Si el coche no arranca, no insistas. Tras unos segundos, deja de intentarlo y espera un par de minutos. Si sigues intentando que arranque, los cables de arranque se pueden recalentar o incluso sufrir un cortocircuito si su aislante plástico se derrite. Si tu coche tiene sistema Stop & Start o tras haberlo arrancado tienes testigos de fallo de motor encendidos, acude al taller, necesita una recalibración de su ordenador. Lo mismo ocurre cuando sustituyes la batería, muchos coches modernos tendrán que ser conectados a una máquina de diagnóstico o a un útil específico de la marca.
3) Usa un arrancador portátil
La mejor opción, en nuestra opinión. Como antes os decíamos, tienen reguladores internos que evitan picos de tensión en el arranque del coche. Son realmente baterías portátiles de alta capacidad y alta intensidad, de las que salen dos pinzas. Tras conectar las pinzas al coche descargado, encendemos la batería y arrancamos el motor como lo haríamos habitualmente. Una vez el motor esté encendido, retiramos la pinza roja, y después la pinza negra. Lo bueno de estos arrancadores es que casi todos funcionan como baterías portátiles, y pueden recargar teléfonos móviles o tablets.
Son un producto que no nos cansamos de recomendar. Uno de nuestros arrancadores favoritos es el Suaoki U17cuyo precio ronda los 60 euros, pero puede encontrarse ocasionalmente por cerca de 40 euros. Como batería portátil, tiene una capacidad de 18.000 mAh, suficiente para recargar al menos cuatro veces un smartphone de última generación. Tiene dos puertos USB de salida. Su corriente pico es de 1.000 amperios, suficiente para arrancar motores de turismo de cualquier cilindrada, ya sean diésel o gasolina.
4) Arranca a «empujón»
No es el método más recomendable, maltrata la mecánica del coche y sólo funciona con coches manuales, no automáticos. Es el método de toda la vida. Te subes al coche, accionas el contacto y pides a varias personas que empujen el coche, preferiblemente en una zona llana o con una ligera cuesta abajo. Mete segunda y mantén el embrague pisado. Cuando alcances unos 15 km/h, suelta el embrague – ni muy suavemente, ni de golpe – y con suerte la inercia hará que el motor arranque. No uses este método en coches modernos o en carretera abierta: el coche no tendrá dirección asistida o asistencia de frenado sin el motor encendido.
5) Usa una cuerda para arrancar el coche
Es realmente una variación del método del «empujón», y de nuevo, sólo se debe recurrir a ella en caso de necesidad. En un caso crítico incluso el cinturón de seguridad podría servir como «cuerda» – si estás en una zona de conflicto o en peligro físico inminente, vaya. Para arrancar el coche de esta manera tendremos que levantar del suelo una de las ruedas motrices, usando el gato. A continuación, con el contacto encendido y una marcha engranada, rodearemos con una cuerda el neumático y tiraremos con fuerza de ella, haciendo que gire hacia delante -venciendo su resistencia física.
Si lo hacemos bien, y la cuerda tiene la distancia suficiente, el motor podrá arrancar. Este método es sólo compatible con coches con diferencial abierto y dos ruedas motrices – la potencia del motor pasa a la rueda con menor resistencia, la que está en el aire. Asegúrate de calzar el coche adecuadamente. En los coches con diferencial autoblocante las dos ruedas del eje motriz giran solidarias, y en un coche de tracción integral es un método inviable por el mismo motivo.