Las ventas de diésel siguen cayendo y, tal y como os contábamos estos días, en lo que llevamos de año el diésel únicamente ha supuesto un 28,2% de las matriculaciones de coches nuevos, en un mercado que, en general, y con cualquier opción de propulsión, sigue retrocediendo. Bien diferente es el caso de la segunda mano, que crece, y que sigue estando dominado por el diésel. En cualquier caso, la caída de las ventas de diésel nuevos también está amenazando la oferta de diésel seminuevos. Y es por eso que nos hacemos la siguiente pregunta, ¿es un buen momento para comprar un diésel?
¿Es un buen momento para comprar un diésel?
A pesar de las amenazas que se ciernen sobre el diésel, que no son tantas como se ha intentado dar a entender en los últimos años, a menudo con temores infundados, el diésel sigue siendo una de las opciones más recomendables para el que busque un coste por kilómetro bajo, y recorrer decenas de miles de kilómetros al año, aunque los híbridos ganen terreno, para aquellos que centren su conducción en ciudad, y también las alternativas de gas natural y GLP. Se esperan subidas de impuestos, más aún después del resultado de las últimas Elecciones Generales, pero no serán tan cuantiosas como para que el coste por kilómetro del diésel se eleve hasta el coste por kilómetro de la gasolina (la subida esperada en 2020 es de 3,8 céntimos de euro por litro repostado).
Las restricciones al tráfico en las grandes ciudades, como las que ya se están viviendo en Madrid, ocasionales en episodios de alta contaminación, o permanentes en Madrid Central, solo irán en aumento en los próximos años. Pero estas afectarán tanto a los diésel modernos, como a cualquier coche de gasolina moderno.
Comprar un diésel nuevo
Si pensamos en comprar un diésel nuevo hemos de ser muy conscientes de que el etiquetado que reciben los diésel generalmente (si no incorporan algún tipo de hibridación) es el mismo que reciben los gasolina, es decir, la etiqueta C. Por lo tanto las restricciones a las que estarán sujetos serán exactamente las mismas. Tampoco hemos de olvidarnos de que en el mercado ya existen coches diésel con diferentes tecnologías de micro-hibridación, gracias a las cuales reciben la etiqueta ECO (como un híbrido completo) e incluso algún híbrido enchufable diésel, como el Mercedes Clase E 300 de que probamos estos días, que recibe la etiqueta Cero Emisiones (como un eléctrico).
Comprar un diésel de segunda mano
Si pensamos en comprar un diésel de segunda mano, esta opción puede ser aún más recomendable, siempre y cuando fundamentemos bien nuestra compra. Como os decíamos, la caída de las ventas de diésel nuevos amenazan la oferta de diésel seminuevos. Pero también es cierto que en los últimos meses se está apreciando una caída del precio del diésel de ocasión. De manera que los diésel de ocasión más modernos son, sin duda, una compra inteligente. Hay que tener en cuenta que cualquier diésel matriculado a partir de enero de 2014 cuenta con etiqueta C, la misma que un diésel que vayamos a adquirir como nuevo este año.
Por otro lado, el etiquetado es importante para los conductores en las grandes ciudades. Aquellos que no cuenten con etiqueta B, matriculados a partir de enero de 2006, podrían quedarse fuera de algunas ciudades que lleven a cabo restricciones en los próximos años. Pero eso también puede ser una ventaja, y una oportunidad para adquirir un diésel antiguo, con un precio muy muy ajustado, para aquellos que hagan uso de su coche primordialmente en carreteras y el entorno rural.
De manera que, en efecto, sigue siendo un buen momento para comprar un diésel, siempre y cuando seamos conscientes de la situación actual, y de todo aquello que resumíamos en una guía sobre lo que debes saber si tienes un diésel, o estás pensando comprar uno. Las restricciones, a priori, no son una amenaza tan importante para el diésel, en el corto y medio plazo, como muchos piensan, y las subidas de impuestos no serán tan cuantiosas como para descartar al gasóleo.
Ahora bien, para que un diésel sea una compra inteligente es importante – como siempre lo ha sido – que hagamos cuentas, y valoremos esta opción porque su bajo coste por kilómetro nos compensará para recorrer decenas de miles de kilómetros al año.