Sigue siendo la pregunta de un millón, la que más nos hacen nuestros lectores, familiares y amigos, ¿es una buena idea comprar un diésel nuevo o de segunda mano? En un momento de incertidumbre como este el comprador ha de resolver muchas dudas y el gran problema está en que la celeridad con la que se están tomando decisiones, y la agitación política, lejos de resolver el problema, está consiguiendo que las cosas cambien mucho de un mes para otro. Recapitulemos las noticias de las últimas semanas y veamos si comprar un diésel nuevo, o de segunda mano, sigue siendo una buena idea.
Comprar un diésel nuevo
El diésel no va a morir, ni tampoco parece que vaya a prohibirse en muchos años. Los últimos pronunciamientos del Gobierno actual, que recordemos afronta unas elecciones el próximo 28 de abril, descartan pronunciamientos pasados, que el diésel vaya a morir, o que sea una tecnología desfasada. De momento no se ha confirmado ninguna fecha para las prohibiciones, aunque sí se ha apuntado en la dirección de prohibir su venta en 2040 – dentro de más de 20 años – y no su circulación.
El mensaje actual del Gobierno, de hecho, es el de que tanto el diésel como la gasolina «todavía tienen mucho que decir».
Comprar un diésel en estos momentos es una decisión en la que siempre han de valorarse pros y contras, empezando por el precio del diésel que hemos escogido, y su alternativa de gasolina, y los kilómetros que vamos a recorrer. Siempre ha sido así. Pero lo cierto es que comprar un diésel moderno no necesariamente ha de ser una peor idea que comprar un gasolina moderno, y de hecho, salvo en los híbridos y microhíbridos que gozan de etiqueta ECO, los diésel y gasolina nuevos tienen el mismo distintivo medioambiental, la etiqueta C.
Comprar un diésel de segunda mano
A la hora de comprar un diésel de segunda mano sí entran en juego otros factores importantes, el del distintivo medioambiental y, por ende, el año de fabricación. Es importante saber que cualquier diésel matriculado a partir de enero de 2014 tiene el mismo medioambiental que un diésel o un gasolina nuevo, la etiqueta C.
Por otro lado, si adquirimos un diésel con mayor antigüedad será aún más importante que nos fijemos en el año de fabricación y en su etiqueta medioambiental. Si el diésel fue matriculado a partir de 2006, pero antes de 2014, ya recibirá un distintivo medioambiental diferente, la etiqueta B. Pero los que tendrán más problemas de restricciones y prohibiciones en las grandes ciudades, sin duda, serán aquellos anteriores a 2006, que no gocen del distintivo medioambiental. De hecho, no es muy aconsejable adquirir un diésel con estas características si esperamos utilizarlo durante los próximos años en ciudades que ya han introducido restricciones, o están planeando introducirlas.
Qué más debo saber si quiero comprarme un diésel
Durante los últimos meses se ha hablado mucho de la subida de impuestos al gasóleo. Hace poco os hablábamos de la situación actual del diésel, de impuestos y prohibiciones. Ya os contábamos que el llamado «impuestazo» al diésel, la subida de impuestos que pretendía recortar las diferencias entre los impuestos pagados por el gasóleo y la gasolina, está técnicamente congelado.
Actualmente solo queda la posibilidad de que el Gobierno apruebe esta subida mediante la fórmula del Real Decreto-Ley, que estos días está aplicándose, sobre todo, para introducir medidas sociales. Lo que sí deberíamos tener en cuenta es que en los próximos años, y casi con total seguridad, los impuestos al diésel subirán, y la diferencia entre la factura por repostar gasolina y diésel será cada vez menor. Aunque el diésel seguirá siendo una opción más económica por el menor consumo de los coches que emplean este combustible.
Dicho lo cual, parece que comprar un diésel sigue siendo una buena idea, ya sea nuevo, o de segunda mano, pero siempre y cuando tengamos en cuenta todos estos factores y, por supuesto, como siempre, que para amortizar la compra de un diésel, frente a un gasolina, siempre es necesario recorrer más kilómetros.