Contenido
- 1) Asegúrate de que has cerrado bien el coche
- 2) No dejes objetos a la vista de los ladrones
- 3) No aparques en zonas poco transitadas, poco vigiladas o problemáticas
- 4) Instala algún tipo de sistema antirrobo
- 5) Cuando estés dentro del coche, cierra puertas y ventanillas
- 6) No dejes el mando del garaje en el coche
- 7) Cuidado con los sistemas easy-entry de acceso al coche sin llave
- 8) No airees tu vida en las redes sociales
Dejemos claro algo antes de empezar: si te quieren robar el coche, lo harán. Los ladrones se las saben todas, tienen equipos sofisticados para abrir coches sin que te enteres – ver vídeo de cómo unos ladrones sustraen un Mercedes en sólo 20 segundos – y en raras ocasiones usan la violencia. No obstante, aunque los consejos que te daremos en este artículo no aseguran que no sufras un atraco, minimizarán en gran medida las probabilidades de que ocurra. Sufrir el robo de tu coche o de tus pertenencias es una de las peores experiencias que se pueden sufrir, y no queremos que pases por ella.
1) Asegúrate de que has cerrado bien el coche
Este primer consejo es absolutamente obvio, pero nunca conviene olvidarlo. Estoy cansado de ver a diario coches arrancados frente a un negocio, en el que los dueños están haciendo una compra o un trámite rápido. Aunque sea entrar y salir, apaga el motor del coche y asegúrate de que se ha cerrado antes de darte la vuelta. Comprueba que los pestillos se han bajado – si tu coche aún los tiene – y tira de una de las puertas para verificar que se ha cerrado convenientemente. Esto es especialmente importante en coches con mando a distancia ya que muchos ladrones usan inhibidores de radiofrecuencia.
Estos inhibidores impiden que nuestro mando a distancia funcione correctamente, y aunque creemos que hemos cerrado el coche, este sigue abierto. Estos inhibidores a veces están presentes en zonas de seguridad, como los alrededores de edificios oficiales. Si estacionas en un parking público o estás atendiendo un evento muy concurrido y si tienes la posibilidad de hacerlo, cierra tu coche con la llave en vez del mando. Evitarás que los ladrones – que pueden seguirte sin que lo sepas o tener «ojeadores» cerca – copien la frecuencia de tu mando a distancia, y abran el coche sin forzarlo en cuanto te hayas alejado.
2) No dejes objetos a la vista de los ladrones
No quieres que tu coche sea llamativo o atractivo de cara a los «amigos de lo ajeno». Cuando aparques tu coche, aunque sea en el parking de la empresa, evita dejar objetos a la vista. Aunque es otro consejo obvio, nunca viene mal repasar que significa «dejar objetos a la vista». No solo significa no dejar bolsos o mochilas a la vista, significa no dejar en el interior la funda de unas gafas de sol, el soporte de ventosa del navegador o el ticket del párking. Si puedes hacerlo, guarda esos objetos en el maletero, y hazlo antes de llegar al aparcamiento – donde te pueden ver guardándolos en el maletero.
3) No aparques en zonas poco transitadas, poco vigiladas o problemáticas
Si tu coche duerme en un garaje comunitario se reducen de forma importante las posibilidades de robo, ¿pero sabías que 8 de cada 10 coches duermen en la calle en España? En la calle sufren más posibilidades de robo, especialmente si están aparcados en zonas poco transitadas – en las que los ladrones corren poco riesgo de ser descubiertos. Si puedes, aparca en zonas transitadas y bien iluminadas para minimizar el riesgo de robo. Ahora bien, ¿qué ocurre si vas a hacer trámites al centro o a un concierto o evento de gran afluencia? Estos últimos son terreno abonado para los amigos de lo ajeno.
En ese caso, te recomendamos – siempre que las circunstancias lo permitan – extremar el cuidado con las cosas que dejas en el coche, asegurarte de que está bien cerrado y aparcarlo lo más cerca posible de la garita de vigilancia. Si no puedes aparcar cerca del guardia de seguridad, asegúrate que hay alguna cámara de vigilancia cercana. Por último, tampoco recomendamos estacionar el coche en zonas problemáticas o poco seguras, especialmente si nuestro coche es nuevo y/o goloso. Si viajas a otra ciudad y no conoces la zona en la que estás aparcando, es mejor que busques un parking.
4) Instala algún tipo de sistema antirrobo
Cualquier sistema antirrobo puede ser desactiva por un ladrón con pericia y experiencia, pero preferirá optar por coches en los que no tenga trabas a la hora de «trabajar». Una barra antirrobo en volante o pedales no es 100% efectiva, pero disuadirá a los ladrones de siquiera intentarlo – perderían demasiado tiempo en ello. Una alarma o un inmovilizador tampoco son mala idea, como tampoco lo son los dispositivos de localización por GPS. Aunque pueden ser inhibidos por parte de los ladrones y requieren de pagar una cuota mensual, son una buena línea de defensa ante los cacos.
Mi solución favorita es un sencillo cortacorrientes. Un dispositivo físico que interrumpe el flujo de corriente desde la batería del coche. Bien oculto, impide que el coche sea arrancado. Puede disimularse en un botón bajo el salpicadero o puede situarse físicamente en la batería del coche. En algunos casos requiere de una instalación profesional por parte de un especialista. En un coche de diario puede resultar incómodo – además de no ser lo más positivo para los sistemas electrónicos de los coches modernos – pero en un clásico o un coche de disfrute ocasional es una solución ideal.
5) Cuando estés dentro del coche, cierra puertas y ventanillas
Por fortuna, no vivimos en un país donde los robos con violencia sean un problema diario. Pero tampoco deberíamos facilitarles las cosas a los ladrones. Cuando circules con tu coche por ciudad, recomendamos que bloquees las puertas del coche y circules con las ventanillas subidas – o al menos no del todo bajadas. Esto evitará que nos entren en el coche. Sé que la posibilidad es muy remota, pero si has dejado un bolso o una mochila en el asiento del acompañante, un motorista o un ratero rápido podría agarrarlo y salir corriendo sin que puedas hacer nada al respecto.
6) No dejes el mando del garaje en el coche
A veces el sentido común es el menos común de los sentidos. Esto es especialmente recomendable si vives en un chalet, donde el garaje suele estar directamente comunicado con la vivienda. Si te roban el coche, pueden saber fácilmente dónde vives y podrán entrar literalmente hasta la cocina. Una buena solución para evitar esto es colgar el mando a distancia del mismo llavero donde tienes las llaves del coche. Aunque aparques en un garaje comunitario, sigue sin ser una mala idea. Tampoco es mala idea que en tu coche no haya papeles en los que puedan averiguar tu domicilio.
7) Cuidado con los sistemas easy-entry de acceso al coche sin llave
La tecnología de los coches modernos es un arma de doble filo. Los sistemas de acceso y egreso al coche «sin llave» sólo exigen que la llevemos encima. El coche – normalmente de gama media o alta – se abrirá con solo tirar de la manilla de la puerta, y arrancará con solo tocar el botón. Las llaves llevan un emisor de radiofrecuencia, frecuencia que puede ser amplificada y copiada por parte de los ladrones para llevar a cabo un robo «limpio» en cuestión de segundos. Evita que las llaves del coche estén cerca del coche, o cerca de la entrada de tu casa – desde donde su señal podría ser discretamente amplificada.
8) No airees tu vida en las redes sociales
En esta era de Instagram y de una imagen social amplificada, es fácil sentirse influencer y contar a quien nos sigue qué ocurre en nuestro día a día, qué comemos y a dónde vamos. No vamos a juzgar qué publicas ni qué dejas de publicar, pero si tienes un coche «goloso», y vas narrando tu vida en directo, es más sencillo que te conviertas en el objetivo de los amigos de lo ajeno. Si no puedes vivir sin publicar stories, házlo en diferido o no publiques detalles de tus desplazamientos con antelación. No se lo pongas fácil a los cacos.