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De vez en cuando, la Dirección General de Tráfico dedica algunas publicaciones en sus redes sociales a recordarnos lo importante que es el mantenimiento de nuestro coche. Y es importante, primero, porque nuestra seguridad depende de él, pero también porque puede costarnos averías graves y muy caras. La DGT publicaba 5 consejos para evitar averías graves en el coche, por descuidar el aceite del motor. Unos consejos que, ciertamente, nos parecen sumamente importantes, en cualquier época del año, y que nos recuerdan la importancia que tiene el aceite de nuestro coche para su perfecto funcionamiento y para alargar la vida del motor.
1. Revisar los testigos luminosos.
Aunque sea de perogrullo, un conductor debe estar muy atento a los testigos luminosos que se encienden en la instrumentación de su coche. Esos testigos pueden ser el primer síntoma que nos advierta de que algo sucede en nuestro coche, antes de que se produzca una avería, como por ejemplo que el nivel de aceite no sea el adecuado. Esos mismos testigos también pueden advertirnos de que algunos sistemas, indispensables para la seguridad, no están funcionando correctamente, en cuyo caso lo mejor es acudir al taller.
En el caso de conductores de clásicos, y coches antiguos, en general, o que ya hayan mostrado en el pasado fugas de aceite, sí resulta muy aconsejable viajar con una botella en el maletero, y aún más extremar la vigilancia periódica de que los niveles de aceite son los adecuados.
2. Llevar aceite en el maletero.
Aunque Tráfico lo recomiende, en mi opinión cargar siempre con una botella de aceite en el maletero es algo excesivo, e innecesario en un coche moderno, que no haya sufrido en el pasado pérdidas de aceite. Sobre todo si tenemos en cuenta que es fácil adquirir una botella de aceite en cualquier hipermercado, y en estaciones de servicio, si detectamos que los niveles de aceite han bajado y nos pilla fuera de casa.
3. Consultar el aceite adecuado para nuestro coche.
Sí me parece mucho más importante, y precavido, tener una botella de aceite en casa, y que sea un lubricante que cumpla con las especificaciones de nuestro coche, que no necesariamente ha de ser el aceite más caro, sino el adecuado. De hecho, es recomendable solicitar al taller en el que realicemos el mantenimiento periódico, y los cambios de aceite, los sobrantes, o una botella de repuesto, con el mismo aceite que han utilizado en el mantenimiento.
Recordemos que cada producto está pensado para un motor y un uso determinado y para que el aceite trabaje a determinadas temperaturas.
4. Revisar los niveles de aceite.
Tal y como os contábamos en nuestra guía sobre cómo revisar el nivel de aceite del coche, esta maniobra es sumamente sencilla, y todos los conductores deberían saber cómo realizarla. La revisión del aceite ha de hacerse con el coche aparcado en una superficie llana, siguiendo los consejos del fabricante (generalmente se recomienda hacerlo en frío, aunque hay casos que el fabricante recomienda que esté caliente, que se revise unos minutos después de haber parado el motor), y no requiere más que extraer una varilla y utilizar un trapo para limpiarla y comprobar el nivel del aceite.
5. Dispón de lo necesario para revisar el aceite periódicamente.
Ya sea en casa, o en el maletero, si tu coche tiene propensión a fugas en el circuito de lubricante, es recomendable que junto con la botella de aceite llevemos unos guantes, para facilitar la extracción de la varilla, y no mancharnos, y un trapo limpio. Esto último es esencial, puesto que la revisión de los niveles de aceite se basa en limpiar la varilla, introducirla, y volverla a extraer para ver el nivel del aceite y evitar que esté por debajo del mínimo, por encima del máximo, que también podría provocar averías.
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