Desde hace tiempo os venimos hablando de un fenómeno que, por cómico que sea el nombre escogido para definirlo, nos debería resultar muy preocupante, el de los coches zombis. Como os contábamos, el coche zombi es esencialmente un automóvil que ha cursado una baja temporal en el registro de la Dirección General de Tráfico, cuando realmente debería seguir en circulación o, en el caso que nos ocupa, haber cursado una baja permanente y por lo tanto irrevocable. ¿Cómo puedo evitar que mi automóvil acabe convirtiéndose en un coche zombi?
Cómo evitar que tu automóvil se convierta en un coche zombi
- Asegúrate de que tu viejo coche, que va a ser achatarrado, acaba en un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CAT)
- Si entregas tu coche en un concesionario, por ejemplo al comprar un coche nuevo y solicitar el Plan Renove, solicita un justificante de baja definitiva. Si vas a solicitar el Plan Renove este documento es importante y necesario, porque te lo van a requerir para solicitar las ayudas
- Solicita el certificado de destrucción del vehículo, que garantiza el coche no podrá volver a la circulación, convirtiéndose en lo que la DGT denomina un coche zombi
Y una vez hemos visto los consejos básicos, esenciales, para evitar que tu viejo automóvil acabe convirtiéndose en un coche zombi, vamos a profundizar algo más en este problema. También veremos por qué es tan importante asegurarnos de que la baja definitiva y el achatarramiento se ha realizado correctamente, sobre todo si queremos solicitar las ayudas del Plan Renove.
Cómo surge el fenómeno del coche zombi del que alerta la DGT
Una de las situaciones posibles dentro del fenómeno del coche zombi que preocupa a la DGT sería la de un vehículo que iba destinado al achatarramiento y en su lugar recibió la baja temporal. Es importante recordar que la baja temporal, en ningún caso, es aplicable a un coche que vaya a ser achatarrado y por lo tanto retirado de la circulación. Tráfico ha previsto la figura de la baja temporal únicamente para vehículos que se entregan a un compraventa, o en el caso en que se hubiera producido una sustracción, o por la situación personal del propietario no vaya a utilizarse.
Con la baja temporal evitaríamos, entre otras cosas, pagar el seguro, los impuestos, y la ITV, pero el vehículo, obviamente, no podría circular. La baja temporal es reversible y, por lo tanto, se puede dar de alta de nuevo el vehículo para que pueda circular dentro de la legalidad.
Si el coche está destinado a su achatarramiento, en todos los casos, y sin excepción, este ha de cursar una baja definitiva en Tráfico. La baja definitiva es irreversible, es decir, el coche no podría volver a darse de alta, ni debería volver a circular. Es más, las bajas definitivas solo pueden llevarse a cabo en centros autorizados para achatarrar un automóvil.
Cómo evitar que tu coche acabe convirtiéndose en un coche zombi
Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de entregar nuestro coche, o de que este acabe finalmente en un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CAT). Ellos son los únicos que pueden proceder al achatarramiento. E independientemente de que hayamos tramitado la entrega del coche que se va a achatarrar con el desguace, o con un tercero, como un concesionario, por ejemplo en la compra de un coche nuevo, debemos exigir que se nos entregue un justificante de baja definitiva del coche y el certificado de destrucción del vehículo.
Con estos dos documentos nos aseguraremos de que el vehículo ha sido realmente achatarrado lo que, junto con la baja definitiva, que es irreversible, evitará que el coche pueda volver a la circulación y que pueda acabar convirtiéndose en lo que la DGT denomina como coche zombi.
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