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Ir a pasar la ITV al coche y no pasarla por un nivel demasiado alto de gases contaminantes es uno de los mayores temores de muchos conductores. Es un escenario muy común: un elevado porcentaje de las ITV desfavorables son por este motivo, además de defectos de iluminación como intermitentes o luces de freno fundidas. Cuando esto ocurre, debemos ser rápidos para solucionar el problema de nuestro coche y volver a pasar la ITV, ya que en casos de ITV desfavorable, técnicamente solo estamos autorizados a conducir de la ITV al taller y viceversa. Estas son tus opciones y reparaciones necesarias para solucionar una ITV desfavorable por gases, orientada específicamente a la ITV de un coche diésel.
ITV desfavorable por gases
En las ITV se mide la opacidad de los gases de escape mediante una sonda introducida en el tubo de escape de nuestro coche. El coche comienza esta prueba en caliente y el técnico de la ITV podría realizar varios acelerones en vacío – y hasta el corte de encendido – para medir correctamente el nivel de emisiones contaminantes. Se busca el máximo caudal de combustible y el máximo régimen de giro del motor. Los límites genéricos son los siguientes: 0,7 para coches diésel Euro 6, 1,5 para Euro 4 y Euro 5, 2,5 para coches con motor diésel atmosférico matriculados antes del 01/07/2008 y 3 para coches turbodiésel matriculados antes del 01/07/2008.
El procedimiento de gases de diésel en la ITV
No obstante, muchos coches cuentan con una pegatina que especifica el valor máximo de opacidad de gases de su motor, por homologación del mismo. Si tu coche tiene esta pegatina, si obtiene un valor superior al mismo no pasará la ITV, aunque no alcance el límite genérico de opacidad – mal que nos pese. Además de esto, se realiza una inspección visual del sistema de escape, que no debe tener fugas ni podridos. Si las tiene no pasaremos la ITV, como tampoco lo haremos si hay signos físicos de la manipulación de sistemas de control de emisiones, como el filtro de partículas o la EGR.
En coches Euro 5 o superior se realiza adicionalmente un control mediante conexión OBD a la centralita del coche. El técnico conectará su ordenador al coche para comprobar si algún sistema de control de emisiones ha sido desactivado. Al contrario de lo que se piensa, un coche reprogramado no tiene por qué fallar esta prueba, mientras sus sistemas anticontaminación sigan activos y su opacidad de gases esté dentro de los límites legales. Pongámonos en el peor de los casos e imaginemos que el coche ha fallado la ITV. Estas son las opciones que tienes, además de las posibles reparaciones a las que te enfrentarás.
Conduce a altas vueltas durante unos cuántos kilómetros
Puede que tu coche solo necesite una «puesta a punto italiana». Si tu coche diésel hace muchos recorridos cortos, rueda habitualmente en ciudad o circula a bajas vueltas, es posible que el motor – su colector de admisión, la EGR y el filtro de partículas – estén repletos de carbonilla. En ese caso, una de las primeras recomendaciones es tratar de eliminar estos depósitos de forma natural. El procedimiento es sencillo: pon el aceite de motor a temperatura de servicio y conduce durante media hora o 60 km a un alto régimen de giro, preferiblemente superior a las 3.000 revoluciones por minuto.
Aunque tu coche parezca que vaya a explotar, no lo hará. Acompaña este proceso de varios acelerones hasta el corte de encendido, sin cortarte con el pedal derecho. Gracias a esto se producirán temperaturas muy elevadas en el caudal de gases de escape, favoreciendo el quemado de las partículas atrapadas en el FAP, así como una eliminación parcial de depósitos de carbonilla en el motor. El alto caudal de combustible tampoco le vendrá mal a los inyectores. La efectividad de este método es sorprendentemente alta, pero sólo será efectivo en motores con su mantenimiento al día, y sin averías en su sistema de inyección/control de emisiones.
Haz una puesta a punto del coche y cambia filtro de aceite/aire/combustible
En muchas ocasiones, una ITV desfavorable está estrechamente ligada a un mal mantenimiento del coche. Hay dos filtros especialmente importantes a efectos de este artículo, el de combustible y el de aire. Un filtro de combustible saturado y viejo privará al motor de un flujo constante y estable de combustible filtrado, resultando en una combustión imperfecta o fallos en el sistema electrónico de inyección. Un filtro de aire obstruido limita el flujo de aire que recibe el motor, que inyecta combustible adicional para compensar la falta de aire – lo que resulta en mayores emisiones contaminantes.
Lo que no te recomendamos es quitar el filtro de aire antes de entrar a la ITV. Es una práctica que si bien puede resultar efectiva en algunos casos, acarrea peligros considerables. Como el hecho de que fortuitamente, se cuelen elementos externos en nuestra admisión – como polvo o piedrecillas – con graves efectos secundarios para la integridad de nuestra mecánica. Además, si es descubierta, podría ser «causa procedente» para una ITV desfavorable. Lo mejor es tener nuestro coche a punto, y en un estado lo más original posible.
Revisa los inyectores, la EGR y el estado del FAP
Uno de los motivos más comunes de una ITV desfavorable es un FAP en mal estado o demasiado saturado. El filtro de partículas (¿qué es el FAP?) acumula el hollín de la combustión en su interior, quemándolo en un proceso llamado regeneración. Una conducción a bajas vueltas, profusa en recorridos cortos y urbanos, lo saturará rápidamente. Si no realiza su regeneración correctamente – algo que solo se consigue a un régimen de giro alto y constante – el filtro se obstruirá, provocando un rendimiento mermado del motor, así como un filtrado incorrecto e insuficiente de las partículas de la combustión.
Esta receta de ciudad y recorridos cortos acorta la vida del FAP, que por otra parte, no es infinita. Su vida depende del estilo de conducción del propietario, de sus recorridos y de su motor, pero rara vez superan los 250.000 km – y en algunos casos, ni siquiera la mitad. Es decir, el FAP es en cierto modo, un consumible de cara sustitución. Un FAP muy obstruido puede limpiarse a fondo en maquinaria especializada, si no está demasiado obstruido para ser «salvado». Además del FAP, también es conveniente comprobar el estado del sistema de inyección de combustible.
Los inyectores deberían pulverizar la mezcla adecuadamente, sin dar tirones o tener un ralentí inestable. Visualmente no deberían tener fugas o pérdidas de estanqueidad. Mediante una conexión a la ECU del coche mediante OBD se puede comprobar fácilmente el estado de los inyectores. Incluso el coche mejor mantenido puede tener problemas de gases, pero estos serán fácilmente identificables si somos escrupulosos con el mantenimiento rutinario y lo conducimos adecuadamente – sácalo de la ciudad de vez en cuando, y con el motor caliente, no te cortes en darle algún que otro «estrujón».
Aditivo de limpieza, ¿sí o no?
Existen productos aparentemente milagrosos para limpiar el FAP y el sistema de inyección de un coche, especialmente tras haber obtenido una ITV desfavorable. Estos productos suelen rebajar el punto de quemado de los hollines acumulados en el FAP, además de recuperar la potencia perdida y reducir el consumo. ¿Son efectivos? Mi experiencia me dice que son efectivos en coches con el motor «sucio» pero correctamente mantenido, y con sus sistemas anticontaminación en buen estado. No hacen milagros, pero en combinación con la «puesta a punto italiana» pueden salvarnos de una ITV desfavorable.
Ahora bien, no son capaces de recuperar un FAP con celdas rotas o fundidas o de reparar inyectores gastados. No hacen milagros.
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