Las baja temporal prorrogable de un coche implica que las bajas temporales, a partir de ahora, no pueden ser indefinidas. El propietario que quiera que su vehículo siga estando de baja tendrá que prorrogar la baja temporal cada año.
Las bajas temporales prorrogables tratan de resolver un problema del cual está alertando la Dirección General de Tráfico, la de los coches zombis. Las bajas temporales prorrogables quedaron reguladas con la modificación del Reglamento General de Vehículos que trata de poner fin al drama de los coches zombis o, como mínimo, dificultar mucho cualquier fraude a este respecto. La DGT impide que las bajas temporales se alarguen indefinidamente, puesto que desde abril de 2021 tienen que ser prorrogables.
¿Qué son las bajas temporales de la DGT?
Como os decíamos, las bajas temporales son el instrumento de la DGT para evitar la problemática de los coches zombis o, como mínimo, dificultar este tipo de fraudes.
Un conductor ya no puede dar de baja temporal su vehículo indefinidamente, hasta que considere que de nuevo ha de volver a la circulación. El procedimiento ahora pasa por solicitar una baja temporal del coche que tendrá una duración establecida de un año. Pasado ese año, o mejor dicho, en el plazo de dos meses antes de que venza la primera baja temporal, el conductor tendrá que solicitar una prórroga de la baja temporal. De otra forma, y si no se solicitara esa prórroga, el vehículo volvería a entrar en circulación, con todas las obligaciones – ITV, impuestos, seguro obligatorio, entre otros – que eso implica.
De esta forma, si un conductor ha sido estafado en el proceso de desguace y achatarramiento de su vehículo debería conocer el problema en el momento en que le llegue una notificación de la DGT advirtiéndole de la necesidad de prorrogar la baja temporal de su automóvil.
El drama de los coches zombis
La DGT lleva tiempo preocupada por el elevado volumen de bajas temporales que se producen en nuestro país. Si en 2004 las bajas temporales suponían un 5% de las bajas definitivas, hoy en día se producen alrededor de 700.000 bajas de vehículos cada año, de las cuales la mitad se corresponden con bajas temporales.
La DGT teme que tras estas cifras se escondan diferentes fraudes, vehículos que no han sido achatarrados adecuadamente y no han recibido la baja definitiva que correspondía, o incluso automóviles que se están exportando, ya sea para seguir en circulación, o para emplearse como donantes de repuestos, sin cumplir con las condiciones de seguridad adecuadas.
La DGT también ha apostado por otras reformas para acabar con las problemáticas relacionadas con este fenómeno de los coches zombis. Los vehículos que sean declarados siniestro total, hayan sido reparados, y sean transferidos a otro titular tendrán que superar una inspección ITV que certifique que están en condiciones de circular y el nuevo propietario deberá conocer el historial del vehículo.
Existirá un plazo de tres meses para exportar un vehículo que ha sido dado de baja definitiva y que se produzca la salida efectiva del coche del país. También se exigirá una inspección técnica para certificar que un vehículo no es un residuo, sino que cumple las condiciones técnicas mínimas para seguir circulando, cuando se exporten vehículos de determinada antigüedad.
Las bajas definitivas de oficio
Las bajas temporales prorrogables son también un instrumento necesario para aquellos propietarios de vehículos que, por alguna razón, mantienen fuera de la circulación, por ejemplo a la espera de una restauración. La DGT ha previsto dar de baja definitivamente a aquellos vehículos que durante más de diez años no han cumplido con la exigencia de superar la inspección técnica (ITV) y de disponer del seguro obligatorio.
La alternativa para estos propietarios, para evitar que estos coches sean dados de baja definitiva de oficio, pasa por solicitar una baja temporal y prorrogarla anualmente hasta que el propietario quiera que su coche regrese a la circulación.