Tras más de dos meses de estado de alarma por el coronavirus, una parte importante de los conductores españoles han reducido al máximo sus movimientos en coche. En algunos casos, y no precisamente pocos, ni siquiera habrán tocado su coche. Esta situación sin precedentes en nuestro país genera retos desconocidos. Con el progresivo relajamiento de las restricciones, será hora de volver a conducir. Os queremos ofrecer varios consejos para quitaros «el óxido» de forma efectiva y volver al volante con completa seguridad, y sin poner a nadie en peligro.
1) Inspecciona tu coche y revisa sus niveles
Antes de siquiera accionar el contacto de tu coche, deberías comprobar su estado, especialmente si no lo has usado en los últimos dos meses. Los puntos más vitales son la presión de los neumáticos y el estado de la batería. Un arrancador portátil es una gran idea para arrancar un coche con la batería descargada sin recurrir a la asistencia en carretera. Si los neumáticos están muy deshinchados – visiblemente desinflados, deformados – te sugerimos que contactes con tu seguro para que los hinchen con un compresor antes de arriesgarte a un reventón.
Nunca está de más revisar el nivel de aceite y anticongelante, aunque no deberían haberse generado pérdidas con el coche parado. Al subirte al coche, especialmente si está aparcado en la calle, recuerda accionar el «chisca» – el lavaparabrisas, si quieres el término correcto – para limpiar el parabrisas, que estará previsiblemente lleno de polvo y suciedad. Si tienes más dudas acerca de qué elementos revisar en tu coche tras el confinamiento, hemos publicado una guía específica al respecto, que puedes encontrar a través del siguiente enlace.
2) Empieza por desplazamientos sencillos
Tras dos meses sin coger un coche, es normal estar un poco oxidado. Es como andar en bicileta: aunque no te hayas olvidado de conducir, estarás un poco dubitativo durante los primeros días. Por ello, nuestra recomendación es que no te metas en una faena complicada las primeras veces que conduzcas. Ve a comprar al otro lado de la ciudad, ve a la playa más cercana o conduce a tu trabajo. Pero quizá no es la mejor idea que te metas de buenas a primeras un puerto de montaña, una carretera llena de curvas o un trayecto de tres horas entre pecho y espalda.
3) Atento, hay más ciclistas y peatones
Uno de los efectos positivos de la pandemia del Covid-19 es que muchos han rescatado sus bicicletas y están volviendo a hacer ejercicio de forma rutinaria. Muchas ciudades han habilitado carriles bici quitando espacio al coche, o incluso han peatonalizado grandes avenidas – caso de la Avenida de la Castellana, en Madrid, por ejemplo. Cuando conduzcas, sé especialmente precavido con los peatones y ciclistas. Pueden aparecer en zonas que no esperabas, acostumbrados a usar carreteras que se habían quedado completamente vacías de coches.
4) Aunque haya menos tráfico, no corras
La perspectiva de un tramo de curvas sin tráfico es uno de esos sueños para muchos petrolhead. Para otros, una autopista vacía sin aparente presencia de «la ley» puede incitarles a pisar el pedal derecho un poco más de la cuenta. Recuerda que sigues sin estar solo en la carretera, aunque haya menos tráfico. Puedes encontrarte otros coches, peatones, ciclistas y animales, que han perdido el miedo a una carretera, antes repleta de ruido y vehículos. La velocidad nunca es buena consejera, y las leyes de la física siguen funcionando de la misma manera que lo hacían antes.
5) No olvides la limpieza y desinfección del coche
Desgraciadamente, nos tocará convivir con el coronavirus durante meses y no podemos bajar la guardia. Tanto si hemos usado nuestro vehículo para ir al supermercado, al trabajo, se han subido en él otras personas, o solo lo usamos para desplazamientos personales, no se nos debe olvidar desinfectar su interior con frecuencia. Haz especial énfasis en las zonas que constantemente se están tocando, como volante, manillas o palanca de cambios. En este artículo te hemos enseñado cómo desinfectar el interior de tu coche con más detalle.