Lo barato sale caro, y cuando hablamos de seguridad durante la conducción, más que nunca. Por esta razón la última campaña de la DGT se centra en el uso de recambios pirata, un aviso a navegantes sobre los riesgos que hay detrás de usar piezas o componentes usados o de origen desconocido. En busca de un precio menor en una tarea de reparación o mantenimiento, es posible encontrar piezas usadas o muy baratas que prometen un rendimiento igual a la pieza nueva u original, pero ya te advertimos que muy pocas veces se cumple.
La nueva campaña de la DGT pone el foco en la cada vez mayor presencia de falsificaciones en los recambios para el automóvil. Hablamos de un problema cada vez mayor, especialmente si compramos por internet buscando un precio de compra sustancialmente bajo o el clásico chollo. No todas las piezas pueden falsificarse, o eso se dice, pero son muchos los componentes que son víctimas de estas acciones tal y como demostró un reciente estudio sobre la falsificación de bujías.
En el mercado actual es posible encontrar un abultado número de piezas de automóvil falsificadas, pero las más comunes tienen que ver con componentes eléctricos o piezas de desgaste. Así, la falsificación más habitual es la que se realiza de bombillas y faros, aunque también son muy habituales las de bujías, filtros, lubricantes o llantas.
Cómo identificar que una pieza no es original
Por regla general las falsificaciones consiguen emular más o menos bien al componente original, alcanzando sus diseños, sus embalajes e incluso copiando logotipos y denominaciones. Sin embargo, cuando analizamos el componente más en detalle, es fácil descubrir defectos en él o en su envoltorio, materiales de no tanta calidad o un aspecto final no tan cuidadado como el del componente original. Falsificaciones hay de muchos tipos y precios, pero por regla general las grandes diferencias de precio con respecto al componente original son la mejor pista de que algo está fallando. Por otro lado, una recomendación sencilla es fiarnos únicamente de las tiendas, ya sean físicas o virtuales, de confianza, que cuenten con reputación y que nos ofrezcan garantía en sus productos.
Consecuencias de usar recambios pirata o de origen cuestionable
El uso de piezas falsificadas o usadas tiene como principal inconveniente la merma de rendimiento del producto. En el caso de las falsificaciones esta merma de calidad puede llevarnos a encontrar problemas para conseguir las máximas prestaciones de nuestro vehículo, pero también se puede dar el caso de que se produzca un fallo fatal que termine en avería. ¿Pero cuál es el verdadero problema de usar recambios pirata? Pues que esa falta de calidad puede comprometer nuestra seguridad, pues el uso de un componente eléctrico de baja calidad puede terminar en incendio, al igual que un limpiaparabrisas barato puede romperse en la peor de las tormentas, por no hablar de los tan de moda kits de frenos «genéricos» que pueden dejarnos sin frenos en la situación más comprometida.
Por otro lado, aunque no menos importante, también se ha puesto muy de moda el uso de componentes usados como es el caso de neumáticos. Se trata de una idea nada recomendable por muy bajo que sea el precio al que adquirimos ese neumático usado. No solo el tiempo de fabricación o kilometraje de ese neumático debe importarnos, sino que debemos pensar en la vida que ha tenido esa goma, pudiendo sufrir todo tipo de situaciones y climatilogías desfavorables, mermando sus prestaciones más allá de lo que aparenta su diseño.
Para terminar, también es importante que evitemos el uso de piezas y componentes que provienen de desguaces. Con la última reforma de las ITV y el reciclado de vehículos se trata de una actividad más perseguida, buscando así erradicar las reparaciones de mala calidad que puedan comprometer la seguridad o impacto ambiental de un vehículo. Volvemos a encontrarnos el mismo gancho de un precio irresistible, pero una vez más esa rebaja de importe puede esconder consecuencias fatales.
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