De cuando en cuando atravieso el país de punta a punta, y en estos largos periplos, me encuentro con todo tipo de condiciones meteorológicas y conductores. Pero si hay algo que veo con más frecuencia de la deseable, es un uso incorrecto de los faros antiniebla traseros. Un uso incorrecto generalizado, si me permitís la puntualización. En este artículo os vamos a explicar cuándo se deben usar los antiniebla traseros y cuando no se deben usar. Además, os contaremos a qué sanciones os podéis enfrentar por usar los antiniebla traseros de forma incorrecta.
Cuando usar los antinieblas traseros
Los antinieblas traseros se deben utilizar en condiciones muy concretas, en las que otros conductores pueden tener grandes dificultades para ver la posición de nuestro coche. La DGT explicita que se usen en condiciones de «visibilidad extremadamente desfavorable», aclarando en varias ocasiones, que se trata de una visibilidad de menos de 25 metros, equivalente a cuatro coches de distancia. Esta baja visibilidad está causada por condiciones meteorológicas extremas, como un aguacero intenso, una niebla muy densa, nevada copiosa o tormenta de arena.
Una buena regla para saber si debemos circular realmente con los antinieblas traseros encendidos es la siguiente: el uso de los antiniebla traseros se da en circunstancias excepcionales de circulación, las mismas que motivarán que reduzcamos de forma ostensible nuestra velocidad. El uso de los antinieblas traseros es «activo», es decir, tendremos que ir conectándolos y desconectándolos según evolucionen las condiciones de visibilidad.
Cuando no usar los antinieblas traseros
Los antinieblas traseros no deben usarse en ninguna otra circunstancia. Punto y final. No deben usarse de noche, no deben usarse cuando está lloviendo con intensidad moderada, y no deben usarse al primer atisbo de niebla en la carretera. La visibilidad con niebla intensa puede ser muy mala, pero con una niebla ligera, la visibilidad puede ser de cientos de metros. El problema de usar incorrectamente los antiniebla traseros es que deslumbramos a otros conductores, especialmente cuando circulamos de noche. Es molesto y en muchas circunstancias es peligroso.
En muchas ocasiones es un problema de atención. Estoy acostumbrado a ver conductores que han abandonado una zona con niebla hace decenas de kilómetros y siguen con sus antinieblas traseros encendidos. Aunque en algunos casos puede tildarse de despiste, en muchos otros se trata de una clara falta de atención a las condiciones de la carretera. El testigo del antiniebla trasero es naranja y suele brillar con intensidad – en la instrumentación del coche se aprecia claramente que están activados.
Multas por uso incorrecto de los antinieblas traseros
El uso incorrecto de los elementos de iluminación de nuestro coche acarrea una sanción por importe de 200 euros, sin pérdida de puntos. Si no usas correctamente el antiniebla trasero, una patrulla de la Guardia Civil podría sancionarte por ello. Por último, recuerda que el buen funcionamiento de los antiniebla traseros – tu coche puede llevar uno, o dos – es imprescindible para superar la ITV: si están fundidos el resultado de la inspección será desfavorable.