Contenido
Seguro que en estos momentos no será necesario que la DGT nos recuerde, ni extendernos comentándolo, que la función principal de las luces de un coche es ver y ser vistos. No obstante, resulta vital que sigamos recordando cómo se utilizan las luces del coche, primero, para viajar más seguros y, segundo, para evitar multas, que a fin de cuentas es la consecuencia más leve de cometer errores que pueden provocar accidentes de tráfico. También es necesario recordar que es tan importante el hecho de utilizar bien las luces del coche para ver y ser vistos, como evitar molestias en otros conductores, por un mal uso de la iluminación de nuestro vehículo.
Cómo utilizar las luces del coche: lo más básico
– Las luces de cruce, o corto alcance, son necesarias y obligatorias entre la puesta y la salida del sol, de noche, con niebla, en túneles, y en general en situaciones de baja visibilidad. La Dirección General de Tráfico recomienda su utilización las 24 horas del día, apuntando al caso concreto de los coches que no incorporan iluminación diurna, una tecnología que por suerte se ha impuesto de serie en los últimos años.
– Las luces de largo alcance han de utilizarse fuera de los núcleos urbanos, en vías insuficientemente iluminadas. Pero siempre que te cruces con otros vehículos has de desconectarlas, para evitar deslumbramientos.
– Las luces antiniebla solo deben utilizarse con niebla, evidentemente, con lluvia y nieve densa. No obstante, este punto merece ser tratado con mayor profundidad.
Las luces antiniebla: cómo debes utilizarlas
Si bien es cierto que la utilización de las luces de corto y largo alcance, en general, es bien conocida por el grueso de los conductores, las luces antiniebla suelen generar más dudas y, sobre todo, situaciones incómodas cuando no se utilizan correctamente. Los coches incluyen de serie iluminación antiniebla trasera y, en la mayoría de los casos, faros antiniebla delanteros. La conexión de la iluminación antiniebla trasera y delantera es independiente y es que no siempre debemos utilizar ambos sistemas de iluminación a la vez.
Los antiniebla traseros son unos pilotos con una iluminación muy potente y deslumbran mucho. De ahí que no se deban utilizar durante la noche y que solo debamos conectarlos, excepcionalmente, con niebla muy espesa, o lluvias o nevadas de gran intensidad. En el momento en que esa situación de baja visibilidad remite, hemos de apagarlos inmediatamente.
Los antiniebla delanteros, en cambio, están pensados para un mayor abanico de situaciones. Deben utilizarse desde el primer momento en que la niebla aparezca, y aunque no sea muy espesa, también durante lluvias o nevadas. Al alumbrar más abajo y hacia los márgenes de la carretera, la DGT también autoriza y recomienda su uso en carreteras muy estrechas y con curvas. Los faros antiniebla siempre han de utilizarse con las luces de corto alcance y nunca deberíamos utilizarlos en combinación con la iluminación de largo alcance en tramos con niebla, puesto que también puede deslumbrarnos por el efecto de reflexión.
Multas por utilizar mal las luces del coche
Utilizar incorrectamente las luces de nuestro coche tiene multa, una sanción de 200 euros. La primera razón por la cual pueden sancionarnos, y la más obvia, es no utilizar la iluminación adecuada en situaciones de baja luminosidad, o en situaciones en las que se requiere su uso, como carriles reversibles. La segunda, también obvia, circular con los faros fundidos. Deslumbrar a otros conductores con la iluminación de largo alcance, sin desconectarla cuando nos crucemos con otros coches, también puede ser sancionado con una multa de 200 euros.
Como os decíamos, el uso incorrecto de los antiniebla también está castigado con una sanción de 200 euros. Jamás te dejes encendidos los faros antiniebla, especialmente los traseros, ya que no solo puede costarte una multa, sino que también puede deslumbrar y generar gran incomodidad en otros conductores.
Por último, otro detalle importante. La DGT prohibe dar ráfagas a otro vehículo de manera injustificada, o prohibida, por ejemplo para avisar a otros conductores de la presencia de un control, o un radar. La sanción que conlleva es de 80 euros de multa.