¿Cuántas veces has abierto el vehículo sin mirar antes? Casi siempre, ¿verdad? Es un gesto tan cotidiano que lo llevamos a cabo de forma automática y no nos paramos a pensar en ello o en que puede tener consecuencias para los usuarios más vulnerables de la vía. Y es que esta falta de previsión puede llevarnos a cometer una infracción leve: sí, la DGT te puede multar con 80 euros por abrir (de forma incorrecta) la puerta del coche.
El gesto
Aunque creas que es una situación excepcional, lo cierto es que pasa más veces de las que crees: no todo el mundo mira antes de abrir la puerta para bajarse del coche para comprobar que este gesto no supone un peligro para otros usuarios de la vía como el resto de vehículos, motos, ciclistas o peatones. Bastaría con echar un vistazo a los retrovisores para comprobar que es posible salir de forma segura: algo que deberían llevar a cabo tanto el conductor como sus acompañantes.
La norma
Es el Artículo 114 del Reglamento General de Circulación (RGC) el encargado de regular la apertura de las puertas de un vehículo.
Una norma que no sólo se aplican a las tradicionales que están presenten en la mayoría de los modelos. También afecta a otras como las suicidas y las correderas, habituales en furgonetas, camper o vehículos comerciales: estas son especialmente peligrosas para motos y bicicletas sin olvidar el cuidado que hay que poner al bajarse de ellas para evitar el propio atropello o que el otro vehículo se vea forzado a dar un volantazo, a esquivarnos o a frenar bruscamente.
En líneas generales, el Artículo 114 prohíbe llevar a cabo este gesto con el coche en marcha y obliga a todos los ocupantes (conductor y acompañantes) a asegurarse de que sus movimientos no son peligrosos para el resto de usuarios de la vía.
Se prohíbe llevar abiertas las puertas del vehículo, abrirlas antes de su completa inmovilización y abrirlas o apearse de aquél sin haberse cerciorado previamente de que ello no implica peligro o entorpecimiento para otros usuarios, especialmente cuando se refiere a conductores de bicicletas
La multa
Abrir la puerta del vehículo sin comprobar que no existe riesgo para nadie es, como apuntábamos antes, una infracción leve. La multa, por lo tanto, puede ser de hasta 80 euros sin pérdida de puntos en el carnet de conducir.
Aunque es complicado captar al infractor en el momento exacto porque los agentes tendrían que estar en lugar exacto para comprobar que un pasajero ha abandonado el coche de forma incorrecta, si el vehículo perjudicado cuenta con una ‘dash cam’ las cosas pueden cambiar porque, en ese caso concreto, tendría imágenes que prueban la infracción cometida.
El truco para evitarlo
Es la propia Dirección General de Tráfico quien ha dado el truco para evitar la sanción aparejada a esta infracción: abrir la puerta ‘a la holandesa’. Esta técnica nació en Holanda en los años setenta como solución a las elevadas cifras de siniestralidad que vivían los ciclistas, pero el nombre no tiene su origen en Países Bajos: fue bautizada así por Michael Charney en 2016, un doctor que se implicó en la causa tras la muerte de una ciclista de 27 años en Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos) que chocó con la puerta de un coche.
¿En qué consiste abrir una puerta ‘a la holandesa’? En accionar la maneta de la puerta con la mano contraria: la derecha en el caso del conductor y la izquierda si es el copiloto. Este gesto nos obliga a girar el tronco y el cuello dándonos una visión de todo lo que ocurre por detrás del vehículo y con esta información sabremos si podemos bajarnos sin poner en riesgo nuestra seguridad y la de los demás.