Seguro que alguna vez os habréis encontrado con situaciones parecidas a esta. Te aproximas a un radar fijo y todos los coches empiezan a frenar, en ocasiones muy por debajo de los límites de la vía, quizás para no dejar ningún resquicio a una posible multa. Es la razón de que, en momentos en los que el flujo del tráfico es intenso, los tramos en los que existen radares el tráfico se presente aún más congestionado. ¿Pero qué sucede si en vez de un radar fijo, hablamos de un radar móvil, te sorprende de inmediato, y frenas para reducir tu velocidad y evitar la multa?
El tema ha generado mucha polémica históricamente, como ejemplo, este de Menéame. Pero has de saber que, con matices, esa acción también te puede conllevar una sanción importante.
Eso es precisamente lo que le sucedió a un conductor ya en 2014, tal y como nos contaban en el Foro Transporte Profesional. Frenar cuando estaba adelantando a un radar le costó una infracción grave, y una multa de 200€. La sanción llegó a su domicilio sin que ni siquiera los agentes interceptasen al conductor, por razones según ellos justificadas.
¿Pueden multarme por frenar cerca de un radar?
Es cierto que no existe ningún sistema metrológico que, como los radares que detectan excesos de velocidad, sean capaces de detectar una deceleración demasiado intensa. Pero basta con que una patrulla de la Guardia Civil constate que un coche ha frenado de inmediato, y con contundencia, cerca de un radar, o de uno de sus controles, para que pueda emitirse la correspondiente sanción al conductor. Pero evidentemente esa frenada ha de ser lo suficientemente contundente como para que los agentes puedan interpretarlo como una situación de riesgo. Aminorar la velocidad progresivamente no es sancionable. Y si lo pensamos con detenimiento, ¿no es incluso más peligroso realizar una frenada contundente, y sin avisar, que exceder los límites de velocidad?
La sanción se basaría en dos apartados muy concretos del artículo 53 del Reglamento de Circulación, que se refieren precisamente a la reducción de velocidad.
Artículo 53. Reducción de velocidad.
1. Salvo en caso de inminente peligro, todo conductor, para reducir considerablemente la velocidad de su vehículo, deberá cerciorarse de que puede hacerlo sin riesgo para otros conductores y estará obligado a advertirlo previamente del modo previsto en el artículo 109, sin que pueda realizarlo de forma brusca, para que no produzca riesgo de colisión con los vehículos que circulan detrás del suyo.2. Las infracciones a las normas de este precepto tendrán la consideración de graves, conforme se prevé en el artículo 65.4.c) del texto articulado
Dicho lo cual, cualquier situación en la que frenemos de inmediato frente a un radar, y los agentes consideren que hemos frenado de forma brusca, o sin advertirlo a los vehículos que nos siguen, tendrá consideración de infracción grave, y como consecuencia de ello supondrá 200€ de multa.
Otros mecanismos para evitar el frenazo en el radar
Tal y como os contábamos estos días, la DGT nos recordaba por qué frenar en los radares no siempre evita la multa. Y es que, más allá de que ese frenazo tenga multa, y sea peligroso, la DGT ha desarrollado nuevas técnicas o, mejor dicho, estrategias, para evitar que frenemos en los radares.
– Los radares de tramo de la DGT son efectivos, en tanto controlan nuestra velocidad media, a lo largo de todo un tramo, y no solo la velocidad de paso por un punto determinado. Más información de los radares de tramo.
– Los radares dobles, no son otra cosa que la estrategia de situar varios radares fijos en un mismo tramo. Su objetivo, generalmente, no suele ser el de «cazar» al conductor que frena al llegar a un radar fijo, sino disuadir al conductor de circular demasiado rápido en tramos con cierta peligrosidad, pero ejemplo túneles y viaductos.
– Los radares en cascada sí van más enfocados a evitar al conductor que frena solo al llegar a los radares. La DGT ha estado probando la instalación de radares móviles y camuflados muy cerca de los radares fijos, para evitar que los conductores vuelvan a exceder los límites de velocidad poco después de haber superado un radar fijo.
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