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La tecnología avanza enormemente en todos los campos, y es por ello que hoy día no solo es posible detectar si circulas a una velocidad superior a la permitida, sino que la DGT tiene radares o dispositivos para conocer si vas sin el cinturón de seguridad, te saltas un semáforo o incluso si no posees la ITV en vigor. Actualmente la Dirección General de Tráfico dispone de 724 radares fijos, 62 de tramo, 557 móviles, además de una flota de 10 helicópteros Pegasus y 11 drones; sin olvidar los medios de los que disponen las autoridades de Cataluña, País Vasco y los ayuntamientos. Pero vayamos por partes, como dijo Jack El Destripador.
Radares fijos:
Están situados en un punto determinado de la vía y deben estar indicados mediante una señal o panel informativo. Suelen estar situados en el pórtico de los paneles informativos o en una cabina en el lateral de la vía, que aunque prácticamente en todas las ocasiones se dispone en el margen derecho de la vía también puede estar en el izquierdo, e incluso oculta mediante la vegetación de la zona.
Cabe remarcar, según informó el propio director de la DGT Pere Navarro, que no todas las cabinas contienen el radar, sino que hay más cabinas que radares, los cuales se rotan de manera periódica y aleatoria, puesto que la propia presencia de la cabina y la señalización actúan como elementos disuasorios para los conductores, los cuales aminoran la velocidad.
Radares de tramo:
Son la evolución, por así decirlo, al radar fijo, que al igual que ellos debe estar correctamente señalizado. Estos radares están formados por dos conjuntos de cámaras situados, normalmente, sobre un pórtico en dos puntos kilométricos distintos. Así, cuando un vehículo pasa por el primer punto se registra la hora de entrada, y posteriormente la de salida al pasar por el segundo punto, lo que permite calcular la velocidad media a la que ha recorrido el tramo. De esta forma, si la velocidad obtenida es mayor a la permitida se emitirá la correspondiente sanción, pero ojo, si circulamos a una velocidad inferior a la mínima (el 50 % de la máxima o 60 km/h en autopista y autovía) también seremos objeto de sanción.
Radares móviles y velolaser:
Sin embargo, los radares móviles y camuflados, a diferencia de los dos tipos anteriores, no están obligados a ser señalizados, por lo que detectarlos es mucho más complicado.
Una de las formas más común de encontrarnos los radares móviles es en coches camuflados de la Guardia Civil. Peor tranquilo, hay varios trucos para sospechar que un vehículo pertenece a este colectivo:
• Dispone de dos antenas en el techo (la de la radio común y la de la emisora), o una antena sobre el portón del maletero.
• Sus pasajeros deben ir correctamente uniformados, por lo que llevarán el típico polo reflectante del cuerpo, fácilmente reconocible.
• Suelen ser sedanes de colores sobrios (gris, negro, azul oscuro o marrones) y con las lunas tintadas.
• Desconfía de coches parados en el arcén con los warning, o en zonas menos habituales como la mediana, una isleta o incluso en la cuneta.
• Además, si te fijas podrás distinguir a través de la luna trasera el ordenador del copiloto en el salpicadero o los paneles informativos luminosos que llevan en la luna trasera. Peor claro, como suelen llevar lunas tintadas, este truco solo te servirá en caso que no sean así o en ciertas condiciones lumínicas.
Pero también podemos encontrarnos estos radares en trípodes escondidos en la mediana, en la cuneta o detrás de cualquier otro elemento; y es para este fin que la DGT ha adquirido los nuevos radares VELOLASER. Estos radares cuentan con varias virtudes, como su reducido tamaño, el cual facilita el transporte y camuflaje del mismo, el uso de tecnología láser, lo que lo hace, a diferencia de los que usan tecnología microondas, prácticamente indetectable, y el hecho de que pueden operar tanto de día como de noche, y en ambos sentidos de la marcha.
Sin embargo, los radares que utilizan la tecnología láser también cuentan con ciertos inconvenientes:
• Solo pueden usarse en estático, por lo que es posible instalarlos en vehículos.
• Si llueve, hay niebla o alta humedad, la tasa de fallo puede alcanzar valores de hasta el 60 %, ya que posiblemente el rayo láser no complete exitosamente su camino desde el radar hasta el vehículo, y de vuelta. Esto se debe a los fenómenos conocidos en óptica como reflexión y refracción, que implican un cambio en la trayectoria del rayo.
• Igualmente, y acorde al punto anterior, factores como el color de nuestro coche o lo limpio/sucio que esté pueden inducir a error.
• Por último, por comodidad o por el tipo de radar el agente suele trabajar en modo automático, en lugar de apuntar manualmente, los que reduce la probabilidad de realizar una medición en un 25 %.
Radar en cascada:
Ya decía el dicho, que más sabe el Diablo por viejo que por diablo. Así, la Policía Foral de Navarra ha sido pionera en la implantación de la técnica conocida como radares en cascada. Esta técnica consiste en colocar un radar camuflado poco después de uno fijo, ya que el conductor, confiado tras superar ese radar fijo, volverá a incrementar su velocidad.
Helicóptero Pegasus:
Llegamos aquí a la punta de lanza en cuanto a radares de la DGT se refiere, y es que los helicópteros equipados con tecnología PEGASUS heredada del ejército son lo más de lo más.
Estos helicópteros pueden controlar la velocidad de un vehículo volando a una altura de 300 metros, lo que lo hacen indetectables. Además, gracias a su conjunto de cámaras de altísima resolución también pueden detectar otras infracciones como el uso del móvil, del cinturón, maniobras indebidas o conducción temeraria.
Radar de semáforo:
Estos dispositivos los encontramos en entornos eminentemente urbanos, en el semáforo a controlar y perfectamente sincronizados con el mismo. Así, este tipo de radar es capaz de detectar cuando un vehículo se salta un semáforo en rojo.
Radar de cinturón:
Consiste en una cámara capaz de detectar si los ocupantes del vehículo llevan puesto el cinturón de seguridad. Actualmente en España hay 216 de estos radares, y puedes consultar su localización, al igual que los radares fijos y de tramo, en la propia web de la DGT.
Lectores de matrícula:
La DGT cuenta con cámaras que son capaces de leer la matrícula de tu coche o moto, y cotejar en su base de datos si circulas, por ejemplo, sin la ITV o el seguro obligatorio en vigor, y así proceder a la correspondiente sanción.
Drones:
Según informó la propia Dirección General de Tráfico, desde el día 1 de agosto del pasado año 2019, todos aquellos conductores que infrinjan la ley y sean captados por drones serán sancionados. La sanción podrá ser notificada en el acto por un agente de la Guardia Civil de Tráfico o tramitada posteriormente. En la actualidad la DGT dispone de 11 drones, de los cuales 3 ya han sido certificados por el CEM (Centro Español de Metrología); y se encuentra en proceso de licitación de otras 20 aeronaves más.
Como has podido comprobar, la DGT tiene mil una formas de controlar el tráfico y no se le escapa ni una. Pero eso no es todo, no es descartable que en un futuro próximo se incorporen radares para controlar el ruido que emiten nuestros vehículos (de hecho, ya existen controles con sonómetros para controlar al típico ciclomotor), o incluso de contaminación para analizar las emisiones de nuestros gases de escape, los cuales ya están siendo testeados.
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