Eso de turboglorieta o turborotonda puede sonar a algo nuevo y muy innovador, pero lo cierto es que las primeras intersecciones reguladas bajo este tipo de glorietas se remontan a los años 90 en los Países Bajos, fórmula que fue importada a España en 2009 por la pequeña localidad asturiana de Grado (Asturias). Así pues, la DGT ha aprovechado para explicarnos brevemente por medio de un tuit cómo debemos circular por estas turbo rotondas, cuya misión es mejorar la fluidez del tráfico mediante el encauzamiento del mismo.
ℹ️📣Para circular bien por una #turboglorieta 🔁es fundamental seleccionar el carril adecuado antes de entrar, porque cada carril lleva a distintas salidas, y seguir las marcas viales.
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— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) October 19, 2020
¿Cómo se circula por una turborotonda?
La gran ventaja de las turborotondas es que por medio de una serie de líneas continuas encauzan el tráfico, evitando así la toma de decisiones por parte de los conductores, y por ende, los posibles puntos de conflicto, pequeños golpes y agilizando la fluidez del tráfico. No obstante, esto es la teoría, porque en la práctica, si no se conoce como de ha de circular por ellas, pueden suponer un lastre más que una ventaja, y es por ello que desde la DGT, y nosotros desde Diariomotor, os lo vamos a contar.
Una vez percatados del panel informativo y de las marcas viales que nos alertan que estamos ante una glorieta de este tipo, lo más importante de todo es tener claro cuál es la salida qué vas a tomar. Así, si tu intención es abandonar la glorieta por la primera salida no te queda más remedio que acceder a ella por el carril de la derecha.
A continuación, la siguiente posibilidad es que vayas a tomar la segunda salida (seguir recto), por lo que, o bien puedes acceder por el carril derecho, para abandonarla por ese mismo carril, o por el carril izquierdo, encontrándonos aquí con una de las principales ventajas de las turborotondas sobre las convencionales, y es que si queremos tomar esa segunda salida por el carril izquierdo una línea continua impiden que los vehículos situados a nuestra derecha corten nuestra trayectoria.
Finalmente, si nuestra intención es «girar a la izquierda» (tercera salida) o realizar un cambio de sentido la única manera de hacerlo es entrando a la turborotanda por el carril izquierdo, abriéndose un nuevo carril «a las doce» que nos guía directamente y sin retrasos en el caso del cambio de sentido avalados pro esa línea continua.
Ventajas de las turborotandas sobre las convencionales
Como hemos dejado ver, las turborotondas presentan una serie de ventajas sobre las rotondas o glorietas convencionales. La principal de ella es que reducen el riesgo de colisiones laterales gracias a ese encauzamiento del tráfico mediante líneas continuas, además de que como la isleta no es completamente circular, sino que posee una curvatura variable, la velocidad de los vehículos que circulan en ellas es menor. De hecho, los puntos de conflicto se reducen de 16 a sólo 10. Por otro lado, admiten entre un 25 % y un 35 % más de tráfico, lo que favorece la fluidez del mismo, sobre todo en horas puntas.
Así, una de las turborotondas que se encuentra en Vigo ha reducido el número de accidentes de 270 a 159, es decir, 44 % menos, constatándose también la mejora citada por parte de la Policía Local de Grado, ese pueblo asturiano que inauguró las turborotondas en España.
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