Una de las cosas que buscan todos los fabricantes de coches eléctricos es encontrar una forma de alargar la autonomía igualando o superando la de los ICE, ya que eso ayudaría a que muchas más personas opten por comprar un coche eléctrico. Para poder conseguir una autonomía mayor, es necesario contar con una batería con una mayor capacidad del almacenamiento energética y eso será posible con esta nueva batería.
La clave: es una batería de estado sólido
Hemos hablado mucho de las baterías en estado sólido en este blog, y es que es una tecnología revolucionaria que podría ayudar a los coches eléctricos.
Las baterías en estado solidó son aquellas que utilizan un electrolito sólido y no uno líquido como las baterías de iones de litio que hoy en día conocemos. Y aunque parecía difícil de conseguir, el proyecto HELENA ha comunicado que han podido ensamblar con éxito celdas de batería de estado sólido con un electrolito de haluro. Esto es muy importante pues hace que cada vez estemos más cerca de instalar estas baterías en los coches eléctricos.
Más autonomía para los coches eléctricos
El problema de las baterías de litio es que conforme van cumpliendo ciclos de carga, la capacidad energética va disminuyendo. Esto significa que las cargas cada vez van a durar menos y el coche recorrerá menos kilómetros. Y eso es porque el electrolito líquido se va solidificando con el paso del tiempo y eso puede hacer que la batería se sobrecaliente y, en algunos casos, que explote.
Todo eso se soluciona con una batería en estado sólido, que cuenta con cátodos y ánodos y un electrolito sólido. Esto ayuda a que no se formen las dendritas que son las culpables de que las baterías de litio pierdan su capacidad energética. Además, estas baterías pueden almacenar el triple de energía, aumentando la autonomía de un coche eléctrico considerablemente.
Y no pienses que eso significa un tiempo de carga mayor, pues también se reduce. El peso y el tamaño también se vería reducido, lo que haría que tuviésemos coches más espaciosos. Y en el ámbito de la seguridad, estas baterías no se sobrecalientan y son capaces de soportar temperaturas extremas.
Solucionando el problema del cobalto
Las celdas de la batería del proyecto HELENA cuentan con un ánodo de litio metálico y con un cátodo de níquel-manganeso-cobalto. El cobalto es probablemente un mineral escaso que no podrá abastecer toda la demanda que hay hoy en día.
Además, es un elemento muy caro y la gran mayoría se encuentra en un único lugar, la República Democrática del Congo. Si sumamos todo esto, obtenemos que no es un mineral fácil de obtener.
El proyecto HELENA ha diseñado esta batería para que el 90% del cobalto pueda ser reciclado y utilizado en nuevas baterías, lo que podría solucionar el problema de la obtención del mineral.
Un proyecto de origen europeo
HELENA es el acrónimo de un proyecto de batería de estado sólido titulado «Halide solid state batteries for ELectric vEhicles aNd Aircraft», que traducido al español es: «Baterías de estado sólido de halogenuros para vehículos eléctricos y aeronaves».
Este proyecto está financiado por la Unión Europea, lo que permite que la investigación siga su curso y que dentro de poco podamos conducir coches con mayor autonomía gracias a las baterías en estado sólido.
