Tengamos muy presente esta afirmación: el sistema antirrobo de coches definitivo no existe. Cualquier medida de seguridad para evitar el acceso, o el encendido no autorizado de un automóvil estará destinada, únicamente, a disuadir a los ladrones o a complicar su trabajo.
Pero en un momento en que los automóviles son cada vez más sofisticados y conectados, el mundo del automóvil sigue trabajando para desarrollar sistemas antirrobo más avanzados que, al menos, añadan un grado de seguridad. Mayor seguridad ya no solo para evitar posibles robos, sino también para adecuarse a las necesidades que están surgiendo en la industria del automóvil.
Si nuestros teléfonos móviles ya son capaces de desbloquearse mediante tecnologías de identificación biométrica facial, que analizan imágenes para comprobar que nuestra cara se corresponde con la del usuario autorizado para acceder al teléfono, ¿por qué no hacer que nuestros coches funcionen única y exclusivamente al comprobar que nosotros somos el conductor autorizado?
Biometría facial para evitar el robo de coches
La alemana Continental es uno de los principales proveedores de la industria del automóvil, conocida sobre todo por sus neumáticos, pero dedicada también a soluciones tecnológicas de muy diversa índole que, aunque en muchos casos no seamos conscientes de ello, están presentes en nuestros coches. Su última innovación es un sistema que es capaz de identificar al conductor mediante un análisis biométrico facial, similar al empleado por los teléfonos móviles modernos, que fueron sustituyendo la identificación por código PIN, o patrones, por la huella dactilar y, más tarde, la biometría facial.
El sistema Driver Identification System, presentado por Continental estos días, se antoja según sus creadores como una solución segura y también económica. La tecnología de Continental integraría una cámara en las pantallas que se emplean para las instrumentaciones digitales y los sistemas de entretenimiento modernos. Y podría emplearse también como detector de somnolencia, cansancio y atención del conductor, que es uno de los sistemas de seguridad que obligará a equipar de serie la Unión Europea.
Pero, como os decíamos, este sistema es algo más que un antirrobo. Y es que sus casos de uso más interesantes y, quizás rentables, residen en la identificación de diferentes conductores y, sobre todo, el empleo de soluciones de identificación para medios de pago inalámbricos.
Pagos seguros y coches compartidos
La industria del automóvil trabaja con el paradigma del coche compartido y de un futuro en el que la propiedad del automóvil podría verse desplazada por coches que estarán compartidos por cientos, o incluso miles de usuarios activos, de servicios de movilidad que operarán flotas de coches compartidos, como las que ya están presentes en Madrid. Y aunque Continental no apunte a esta aplicación en su nota de prensa, la identificación por biometría facial del conductor facilitaría el uso de este tipo de servicios de coche compartido y, sobre todo, añadiría un grado de seguridad, al garantizar la identidad del conductor y que este es un usuario autorizado.
Otra de las líneas de uso del Driver Identification System sería la identificación en medios de pago integrados. Facilitar las transacciones como, por ejemplo, en el pago de aparcamientos, peajes, o incluso aplicaciones integradas en el sistema de entretenimiento de nuestro coche.
Por último, no deberíamos dejar de mencionar la relevancia que tiene el factor cultural en que prosperen, o no, sistemas de seguridad como la biometría facial en el coche. Estamos acostumbrados a que nuestro coche abra sus puertas, y se pueda encender el motor, por la acción de una llave y, en coches relativamente modernos, la presencia de un mando inalámbrico. Y dar el salto a soluciones más avanzadas, como la biometría facial, puede encontrar dificultades entre los conductores que nos hemos acostumbrado a que la apertura y el encendido de nuestro coche requiera portar, físicamente, una llave o un mando. Tal vez esa dificultad fuera la que haya hecho que, por este continente, no hayamos visto soluciones que llevan empleándose desde hace muchos años, e incluso décadas, en otros mercados, como la apertura del coche mediante código PIN.