Los coches son máquinas caras, en general, sobre todo en comparación con muchos otros elementos que podemos encontrar en la calle. Eso ha hecho que sean objetivos de ladrones a lo largo de la historia. Y un nuevo capítulo se suma a esta novela, en esta ocasión con los cables de los cargadores eléctricos, objetivo debido a su alto contenido en cobre. ¿Cómo evitar su robo?
Los cables, ricos en cobre
Si tienes un coche eléctrico y has puesto un punto de carga cerca de casa o en tu plaza de garaje, debes tener presente que los cables de los cargadores eléctricos se han convertido en un nuevo objetivo para rateros alrededor de todo el mundo.
La razón es simple, el contenido en cobre de estos cables es notablemente superior al de la inmensa mayoría de instalaciones eléctricas, debido a que es necesario un cable de gran sección para soportar la tensión e intensidad a la que se carga el vehículo.
¿Cómo evitar el robo de los cables de carga de los coches eléctricos?
La principal forma de evitar el robo de los cables de carga de los coches eléctricos es instalando los cargadores en un lugar que no sea de fácil acceso para personas del exterior.
Lo ideal para esto sería contar con un lugar cerrado, y al que solo tú tengas acceso. Claro está, esto no es del todo común. Muchos tienen su cargador en una plaza de garaje compartido, mientras que otros tienen su cargador en una finca, como una parcela, y lo tienen en el exterior.
Aun así, en todos estos casos es recomendable tener un armario cerrado donde en su interior se encuentre el cargador. De esta forma, al menos se reducen las posibilidades de que se robe el cable cuando nosotros no estamos.
¿Y cuándo está el coche cargando?
Claro está, no siempre podemos tener el cargador bajo llave. Cuando cargamos el coche, si no tenemos un garaje individual en el que tener el vehículo, sí o sí el cable quedará expuesto y podrá ser sustraído.
Aquí es vital conocer a fondo las posibilidades de nuestro vehículo y de nuestro cargador.
Muchos incluyen un sistema de alarma sonora que se activa cuando deja de haber continuidad eléctrica.
Por otro lado, también podemos activar notificaciones en el smartphone que avisen cuando el vehículo deje de carga de forma inesperada.
Debemos tener presente que el ladrón no va a llevarse el punto de carga completo, ni va a arrancar el enchufe a nuestro coche, sino que va a cortar la porción de cable que une ambos. Al fin y al cabo, el principal valor de este es el cobre que contiene.
Y hay otras opciones genéricas de seguridad que pueden ser una buena idea, como instalar una cámara de seguridad en la zona, o poner una luz con sensor que se encienda cuando alguien se acerque a la zona del vehículo, que haga que el ladrón huya sin el cable ante el temor de ser capturado.
Sea como sea, es bueno tener en cuenta que los cables de carga de los coches eléctricos se han convertido en un objetivo de robo, de manera que los mantengamos siempre a buen recaudo.