Más allá del cambio de mentalidad que requiere, para acostumbrarnos a recargar baterías, en vez de repostar combustible en la gasolinera, la primera experiencia de conducir un coche eléctrico nos transmite sensaciones a las que no estamos habituados en coches con motor de combustión interna. El empuje constante y lineal al pisar el acelerador, o la baja sonoridad del motor, son dos aspectos que suelen captar la atención del conductor que por primera vez afronta la conducción de un coche eléctrico.
Por un momento, descubrimos que no hay un motor que ruja y vibre al subir de revoluciones. Y seguro que muchos conductores descubrirán, con sorpresa, la rumorosidad del neumático, el efecto del aire al chocar con la carrocería cuando ganamos velocidad, o el ruido que generan otros coches a nuestro alrededor. Toda una amalgama de sonidos que, hasta ahora, habían quedado eclipsados por el rugido de los motores de combustión interna a los que estábamos acostumbrados.
¿Y qué podemos hacer para resolver el problema y que no nos molesten todos esos ruidos que ahora inundan el habitáculo de los coches eléctricos?
La cancelación de ruido en coches eléctricos
Así como de un tiempo a esta parte nos hemos acostumbrado a utilizar auriculares que emplean tecnologías de cancelación de ruido, que nos permiten aislarnos del exterior, en la medida de lo posible, y escuchar mejor el audio que reproducen, el futuro de los automóviles eléctricos pasa por emplear sistemas de cancelación de ruido más sofisticados, que transformen la experiencia de viajar en un coche eléctrico.
La tecnología de cancelación de ruido en auriculares, ya no solo en aquellos de diadema, sino también en intraurales, está perfectamente desarrollada, avanzada y probada, existiendo en el mercado dispositivos que son capaces de anular con precisión el ruido exterior, generando una señal sonora que nos impide la molestia del sonido exterior.
Pero para mejorar esta tecnología en automóviles es necesario tener en cuenta otros factores que ya han sido resueltos en dispositivos pequeños, como la captación del sonido exterior en la gran superficie que de la carrocería de un automóvil y, sobre todo, que el retardo entre la captación del sonido exterior, su procesamiento, y la emisión de la señal de cancelación de ruido, se minimice, para que esta sea efectiva.
La compañía israelí Silentium, que desarrolla sistemas de cancelación de ruido para automóviles, específicamente concebidos para vehículos eléctricos, acaba de firmar un acuerdo con la japonesa Asahi Kasie Microdevices (AKM), experta en sensores magnéticos y semiconductores. Precisamente con el objetivo de emplear sistemas de captación y chips de baja latencia, que permitan diseñar dispositivos efectivos en la cancelación de ruido.
El futuro del coche eléctrico pasa también por este tipo de tecnologías, que afronten los nuevos retos de la transición hacia el eléctrico, haciendo que tecnologías que hasta ahora nos podían parecer innecesarias en coches con motor de combustión interna, se conviertan en un estándar de esta nueva generación de vehículos que son capaces de desplazarse empleando únicamente motores eléctricos.
O incluso que el nivel de confort, que hasta ahora había quedado reservado a vehículos de gran lujo, a marcas como Bentley o Rolls-Royce, que con motores de doce cilindros y un aislamiento acústico del más alto nivel habían conseguido ofrecer la experiencia de conducción más placentera a sus pasajeros, llegue hasta el público general.
