Desde hace tiempo venimos advirtiendo de algunas de las barreras, a nuestro juicio más decisivas, que podrían frenar y están frenando el avance del coche eléctrico. Comprar un coche eléctrico sin disponer de una plaza de garaje, en la que instalar un punto de recarga desde el que podamos recargar nuestro coche, no parece una opción viable. Al menos nosotros no lo recomendaríamos.
De ahí que una de las cuestiones a resolver sea la de ofrecer una infraestructura de recarga pública acorde con las necesidades del coche eléctrico, con una alta disponibilidad y accesible para todos, y escalable para adecuarse al crecimiento de parque de automóviles eléctricos que, necesariamente, se irá produciendo en los próximos años.
¿Es posible diseñar un sistema de carga que permita resolver todos esos problemas, que presenta el coche eléctrico, de un plumazo?
Cargadores de bordillo para coches eléctricos
La compañía alemana Rheinmetall promete haberlo conseguido. Y la solución es tan sencilla como un cargador para coches eléctricos ultra-compacto, que admite potencias de hasta 22 kW (en corriente alterna) y que se integraría perfectamente en el bordillo de una acera. Este sistema de carga se podría conectar a la infraestructura eléctrica ya existente, aunque previsiblemente, sobre todo si se instala a gran escala, requeriría de una sobredimensión de la potencia de las redes eléctricas ya existentes.
Una de sus grandes ventajas es la de poder instalar muchos puntos de recarga en las plazas de aparcamiento públicas sin el impacto y el coste de los puntos de recarga tradicionales y, sobre todo, acercándose al usuario. De manera que potencialmente podría disponerse de un elevado número de puntos de recarga en plazas de aparcamiento públicas. Pero la gran ventaja reside en las facilidades que ofrece para el escalado y sobredimensión del número de cargadores de bordillo, adaptándose al creciente número de vehículos eléctricos.
Sus creadores aseguran que han ideado una estrategia de instalación de cargadores falsos. Aquellas localidades que opten por su instalación pueden tener este punto en consideración a la hora de reacondicionar el pavimento de las calzadas y las aceras. Y en un primer momento sustituir algunos bordillos por cargadores falsos. Estos cargadores falsos no serían funcionales, pero podrían ser sustituidos rápidamente en el momento en que sea necesario instalar más puntos de recarga para satisfacer las necesidades de carga de un número mayor de coches eléctricos. Esta capacidad para ser sustituidos rápidamente también facilitaría el mantenimiento de los puntos de recarga y su sustitución para resolver averías.