Imagina por un momento una carretera en la que, mientras circula, tu coche eléctrico va recargando sus baterías. Esa es precisamente la filosofía en la que se basa la idea de las carreteras electrificadas, vías que dispongan de un sistema que permita la recarga de coches eléctricos mientras estos están circulando, evitando, o minimizando, la necesidad de parar a recargar baterías.
Suecia ya ha tomado la delantera y tras las primeras pruebas iniciadas en 2018, en las que se estableció un tramo electrificado entre el aeropuerto de Estocolmo y el área logística de Rosersberg, y posteriormente en 2020, en la isla de Visby, su objetivo ahora pasa por establecer una carretera electrificada permanente entre los hubs logísticos de Hallsberg y Örebro.
El objetivo final: una red de carreteras electrificadas en Suecia que cubriría hasta 3.000 kilómetros en 2045.
Carreteras electrificadas, ¿pero de qué tipo?
Suecia ya ha unido fuerzas con Alemania y Francia para compartir el resultado de sus investigaciones. Sobre el papel, la posibilidad de disponer de carreteras en las que los vehículos se recarguen mientras circulan podría cambiar las reglas del juego pero, evidentemente, implica unos requisitos técnicos, para los vehículos y la infraestructura, que harían que estos no sean viables para todos.
- Hasta ahora se han probado sistemas que, mediante una catenaria, similar a la que se emplea en el ferrocarril, permite conectar a los vehículos en circulación, que despliegan la conexión mediante un brazo articulado, para proporcionarles alimentación eléctrica que serviría para disponer de energía suficiente para mover sus motores eléctricos sin agotar la batería, o incluso para recargar la batería en marcha. Esta solución técnicamente sería viable para vehículos de gran tonelaje, camiones y autobuses, y ayudaría a resolver los grandes retos que afrontan los desplazamientos en largas distancias para vehículos pesados.
- Otra de las alternativas que se vislumbran son las de una conexión eléctrica mediante un raíl que también requeriría de un brazo articulado que se debería conectar al raíl para proporcionar la conexión eléctrica.
- Por otro lado estaría la de un sistema inductivo que mediante una bobina instalada bajo el asfalto permitiría inducir la carga en las baterías del vehículo, sin necesidad de una conexión física. De alguna forma, estaríamos ante un sistema de recarga similar a la recarga inductiva de los móviles modernos, a gran escala, que por supuesto también plantearía retos y dificultades, como el de alcanzar potencias aceptables y su coste.
En Suecia aún estarían en el proceso de decidir cuál es el sistema más adecuado para la nueva ruta electrificada (Euronews).
Carreteras electrificadas y baterías más pequeñas
Pero el gran objetivo de las carreteras electrificadas va más allá de hacer más placenteros los viajes de larga distancia en coches eléctricos, acabando con la problemática de la planificación, que requiere de parar y recargar baterías. Con una red de carreteras electrificadas de cierta extensión, los vehículos eléctricos no necesitarían baterías de tanta capacidad, lo que en última instancia se traduciría en coches eléctricos con baterías más pequeñas, más ligeros y, sobre todo, más económicos.
La Trafikverket sueca ha elaborado un estudio, simulando patrones de movimiento basados en 412 vehículos privados, en carreteras de Suecia y de la Unión Europea, en el que se ha llegado a conclusiones realmente interesantes acerca de lo beneficiosa que podría ser una combinación recarga en el hogar y carreteras electrificadas en el uso de los coches eléctricos:
- Este paradigma permitiría reducir el tamaño de las baterías en un 70%
- No sería necesario electrificar absolutamente todas las carreteras. Para lograr que el sistema funcione y sea eficiente bastaría con electrificar un 25% de las carreteras de Suecia.
Insistimos en que es importante recordar que este tipo de sistemas, que implican de importantes modificaciones en la infraestructura, no solo serán viables, técnica y económicamente, y para todos los vehículos. Pero a la vista de los movimientos en Suecia, uno de los países pioneros en la transición hacia el coche eléctrico, será un paradigma que como mínimo parece interesante explorar.