Investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) estudian la posiblilidad de crear combustible para coches compuesto por un líquido que tiene la capacidad de ser transformado en hidrógeno mediante un catalizador sólido. El concepto se conoce como LOHC (Liquid Organic Hydrogen Carriers), y aunque no es nuevo como tal, el reto consiste en encontrar el catalizador más eficaz posible. Este catalizador no puede ser cualquiera, este tiene que ser capaz de extraer el hidrógeno del líquido.
¿Cómo se extrae el hidrógeno del líquido?
El sistema funciona con un líquido «cargado» de hidrógeno. El líquido se bombea a través de un catalizador sólido que extrae el hidrógeno. Éste puede utilizarse en una pila de combustible, que convierte el combustible químico en electricidad, mientras que el líquido «usado» va a parar a otro depósito, durante este proceso la única emisión es agua.
Este nuevo catalizador podría ser un paso importante hacia el desarrollo de un sistema de combustible de hidrógeno más práctico y eficiente para el sector de los coches impulsados por energías renovables. El uso de un portador de hidrógeno líquido podría facilitar la manipulación y el transporte del hidrógeno, esto en la actualidad no es nada sencillo, de hecho es un reto importante.
El desarrollo de un catalizador más eficaz también podría contribuir a reducir el coste de producción del hidrógeno combustible, haciéndolo más asequible para los consumidores.
¿Qué otros proyectos están probando este sistema?
El sistema LOHC aún se encuentra en desarrollo, pero tiene el potencial de revolucionar la industria automovilística e incluso la espacial ya que está en esa conversación para ser un sistema usado en cohetes en el futuro. El sistema también podría utilizarse para propulsar naves espaciales de carga, naves espaciales tripuladas y más.
Un ejemplo es la empresa alemana HyImpulse que está usando este sistema para poder impulsar con hidrógeno el motor de un cohete. También en materia espacial la empresa estadounidense H2U está trabajando e investigando sobre el uso de este sistema para propulsar aeronaves que tengan misiones al espacio.
Aunque el hidrógeno tiene todo para ser el actor principal de las energías renovables, aun existen algunos desafíos que deben abordarse antes de que eso pueda cristalizarse. En el sector aeroespacial, uno de los principales desafíos es el desarrollo de sistemas de almacenamiento de hidrógeno seguros y eficientes, y en el sector automovilístico, uno de los principales desafíos es el desarrollo de redes de repostaje de hidrógeno.
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