Seguramente habrás visto que tu teléfono móvil cuenta con una batería de iones de litio, e incluso actualmente muchos coches eléctricos usan baterías impulsadas por este elemento. Pues, el inventor de estas baterías ha fallecido a los 100 años de edad y su nombre era John B. Goodenough que era un reputado científico que había estado trabajando en un proyecto apasionante.
Se trata de una superbatería que podría almacenar y transportar energía eólica, solar y nuclear, este avance podría suponer una revolución al sector energético y automotriz. A pesar de tener más 100 años, se mantuvo activo y con ilusión por revolucionar la industria hasta su fallecimiento este 25 de Junio de 2023. El Dr. Goodenough tuvo una infancia difícil, en la que creció solo y disléxico en un hogar emocionalmente distante.
Su legado de innovación ha sido inventar la batería de litio
Con paciencia, asesoramiento y una intensa lucha por la superación personal, superó su discapacidad lectora y llegó a estudiar latín y griego en Groton, matemáticas en Yale, meteorología en las Fuerzas Aéreas del Ejército durante la Segunda Guerra Mundial y física en la Universidad de Chicago. También formó parte de equipos que ayudaron a sentar las bases de la memoria RAM en los ordenadores y desarrolló planes para el primer sistema de defensa aérea de Estados Unidos en el Laboratorio Lincoln del MIT en los años cincuenta y sesenta.
En 1976 se trasladó a Oxford para enseñar y dirigir un laboratorio de química, donde empezó a investigar sobre baterías. A lo largo de su vida, el Dr. Goodenough superó muchos obstáculos e hizo importantes contribuciones al campo de la ciencia, especialmente en el ámbito del almacenamiento de energía. Fue un testimonio del poder de la perseverancia y la determinación.
En esa época Exxon acababa de patentar un diseño para la primera batería recargable que utilizaba litio para su electrodo negativo y disulfuro de titanio para el positivo. Para mejorar este diseño, el Dr. Goodenough utilizó iones de litio pero creó el cátodo con capas de óxido de litio y cobalto, creando bolsas para los iones de litio y produciendo un voltaje más alto que hacía la batería mucho menos volátil.
Al cabo de cuatro años lo consiguió y creó el primer cátodo de iones de litio con capacidad para alimentar tanto dispositivos compactos como de gran tamaño, lo que lo hacía muy superior a todo lo que había en el mercado. Esta batería revolucionó las industrias de los dispositivos móviles inalámbricos y los vehículos al poder hacerlos eléctricos, los laboratorios encontraron nuevas formas de reducir el tamaño de las baterías, unirlas y aumentar la producción de energía.
La estructura original del cátodo de óxido de litio y cobalto del Dr. Goodenough se sigue utilizando en las baterías de iones de litio de casi todos los aparatos electrónicos personales actuales. Sin duda alguna hay que darle las gracias ya que aun con todas las dificultades a las que se enfrentó le dejó un gran legado al mundo.
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