Conseguir extraer la máxima autonomía posible de la batería, ese es el objetivo de todo fabricante de coches eléctricos. Sin embargo cada marca persigue esa meta de muy diferentes formas como bien ha querido demostrar Porsche pronunciándose sobre uno de los gadgets más de moda entre los eléctricos. Hay muchas formas de reducir el consumo de energía durante la conducción, pero en Porsche están convencidos de que la inercia, y no la función «One Pedal», es la clave para obtener los mejores resultados.
En los últimos años hemos visto cómo cada vez más coches eléctricos llegan al mercado con una nueva función denominada como One-Pedal, una suerte de gadget que nos permite controlar el desplazamiento del coche con el único uso del pedal del acelerador. Gracias a esta función, el movimiento de nuestro pie sobre el acelerador permite graduar cuánta aceleración o retención queremos, haciendo más cómoda la circulación y prometiendo además un mayor nivel de eficiencia.
Sin embargo esto no siempre se cumple y lo cierto es que, como bien apunta la reciente reflexión de Porsche, hay mejores formas de abordar la gestón energética en pos de conseguir más confort y menos consumo. Si bien en ciudad la función One-Pedal permite que apenas usemos el freno mecánico, consiguiendo así recuperar la máxima energía posible de las frenadas, no es menos cierto que a menudo esta función requiere de habilidad para que no sea contraproducente, pues no siempre la regeneración es la mejor forma de reducir el consumo.
Esto se aplica especialmente a escenarios donde podemos llanear con el coche o en donde afrontamos un ligera pendiente negativa, en estas situaciones lo ideal es circular en punto muerto con nuestro coche eléctrico, dejando que el coche se mueva por inercia y así el consumo sea cero. Precisamente en nuestra prueba de casi 2.000 Km con un Taycan 4S pudimos comprobar cómo aprovechando la inercia es posible reducir bastante el consumo. Con la función One-Pedal, en estas circusntancias tenemos dos inconvenientes, uno que tendremos que estar buscando en todo momento el punto de equilibrio para ni acelerar, ni frenar, algo nada cómodo, y dos, que en cuanto entre en acción la regeneración, perderemos velocidad y por ello tendremos que volver a acelerar para recuperar el ritmo con el pertinente impacto en consumo.
De hecho, yendo más lejos de la visión de Porsche, cada vez son más los eléctricos que no permiten modular la regeneración, lo que conlleva a no poder sacar todo el provecho posible de este sistema. Y es que debemos tener en cuenta que la regeneración es una herramienta muy útil, pero solo si se emplea adecuadamente, pues solo debería usarse para detener el vehículo o cuando por circunstancias de la vía, el coche gane velocidad por sí solo.
Por otro lado, también es justo señalar que los sistema de regeneración adaptiva están llamados a ser el futuro, apoyándose en los diferentes sensores del vehículo, el GPS y los datos de navegación, para optimizar el flujo de energía. Empleando este sistema, el coche eléctrico es capaz de adecuar el modo en el que avanza en función de la vía, adaptando el sistema de propulsión y sus diferentes modos en tiempo real.
Fuente: GreenCarReports