Los coches eléctricos de hoy en día llevan en su interior baterías de iones de litio. Estas baterías, aunque se han ido mejorando con el tiempo, siguen presentando problemas importantes, como la disponibilidad de materiales para fabricarlas. Es por eso que muchos investigadores tratan de encontrar otros materiales que permitan crear baterías parecidas a las de ahora o incluso que sean mejores.
Lamborghini, el MIT y la batería orgánica
Unos de esos investigadores se encuentran en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y, financiados por Lamborghini, han encontrado una solución para las baterías eléctricas diseñando un material orgánico que cuesta mucho menos que las baterías de iones que hay actualmente.
Este material orgánico sustituye al cobalto que se encuentra en el cátodo de una batería convencional. Los investigadores afirman que el material, denominado TAQ (bis-tetraaminobenzoquinona), funciona muy bien y que puede puede producir electricidad a casi la misma velocidad que una batería que contenga cobalto.
Los problemas del cobalto
Como comentábamos al principio, uno de los principales problemas de las baterías de iones de litio es que los materiales para fabricarlas son escasos. Y ese justamente es el caso del cobalto. El cobalto es escaso y con el auge del coche eléctrico, la demanda de este material es mucho más alta, lo que hace que también suba de precio. Esto sin lugar a dudas lleva a que la batería sea muy cara y, por tanto, el coche también.
Por otro lado, la extracción de cobalto también es perjudicial para el medio ambiente y para las personas. Primero porque las condiciones de trabajo para las personas que lo extraen son muy peligrosas. Y segundo, porque los desechos que se generan son muy tóxicos y contaminan la tierra, el aire y el agua que rodea a las minas de donde se extrae.
Si le sumamos a todo eso que la mayoría de cobalto se encuentra en países políticamente inestables, la conclusión es que, o buscamos una alternativa, o las baterías de los coches eléctricos nos van a salir muy caras.
La batería orgánica es bastante parecida a la de cobalto
¿Por qué se usa el cobalto entonces? Bueno, a pesar de sus claras desventajas, el cobalto ofrece estabilidad y densidad energética a la batería. Para poder hacer una batería como la de cobalto, es necesario encontrar un material que ofrezca las mismas ventajas y, afortunadamente, el TAQ se asemeja bastante.
Hasta ahora, hacer una batería orgánica era complicado porque casi todos los materiales orgánicos se disuelven en el electrolito que contiene la batería, creando un cortocircuito, pero descubrieron que eso no pasaba con el TAQ. El TAQ es una molécula orgánica pequeña que consta de tres anillos hexagonales y forman una estructura similar a la del grafito. Dentro de esta molécula, hay moléculas más pequeñas de quinonas que crean enlaces fuertes de hidrógeno.
Los enlaces de hidrógeno son los que hacen que el material sea insoluble en el electrolito y que sea estable. Uno de los investigadores comenta que este material permite que la batería llegue a los 2000 ciclos de carga con una degradación muy pequeña. Además, estas baterías tienen un almacenamiento y una conductividad muy similar a las de litio, es más, se cargan mucho más rápido.
Y todo esto, con un material que se puede producir en grandes cantidades y cuesta entre un tercio y la mitad menos que una batería de litio. Lamborghini ya tiene la licencia de la patente de esta tecnología, y es que, si sus coches incluyen estas baterías, ya no dependerán de los países que exportan cobalto para fabricar sus coches eléctricos.