Las furgonetas eléctricas son una buena solución/opción que no depende de combustible de origen fósil, pero aunque esto sea así no deja de ser un vehículo y están sujetas a la misma Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que cualquier otro. Actualmente, no existe una normativa específica para las furgonetas eléctricas per se, pero los técnicos deben comprobar que el motor eléctrico es seguro y funcional.
Según SGS, la empresa que hace dicha inspección, los plazos para pasar la ITV son los mismos para todos los vehículos, incluidos los coches eléctricos e híbridos. Las personas deben llevar el vehículo a la inspección técnica a los cuatro años de su matriculación y, después, cada dos años hasta los diez. El hecho de faltar a esta inspección tiene sanción, ya que si no pasa la ITV debe pagar una multa de 200 euros aunque sin retirada de puntos.
Es importante que haya una ITV específica para furgonetas eléctricas
La falta de una normativa específica para las furgonetas eléctricas hace ver que existe la necesidad de normas que tengan en cuenta las diferencias que existen entre estas y otros vehículos, además de asegurar el funcionamiento seguro y eficiente de las furgonetas eléctricas. A medida que el mercado de los vehículos eléctricos siga creciendo, es probable que la normativa y los procedimientos de inspección se vuelvan más específicos y se adapten a los requisitos exclusivos de los motores eléctricos.
En cuanto a la frecuencia de la ITV para furgonetas, depende de algunos aspectos, si está matriculada como vehículo privado o vehículo de transporte de mercancías e incluso ambos. Para uso particular, las furgonetas deben pasar la ITV por primera vez a los cuatro años de antigüedad, y después cada dos años entre los cuatro y los diez años. A partir de los diez años, la inspección ITV debe ser anual, esto debido a que obviamente los vehículos se van degradando con los años y la seguridad de los pasajeros y transeúntes es prioridad.
Esta norma se aplica a las furgonetas para el transporte de personas con un máximo de nueve plazas, incluidas las autocaravanas. Para las furgonetas dedicadas al transporte de mercancías que pesen menos de 3,5 toneladas métricas, la primera inspección ITV es obligatoria a los dos años de antigüedad. Entre los dos y los seis años, la inspección debe ser cada dos años y cada año si tiene entre seis y diez años.
Una vez que la furgoneta cumple diez años, la ITV debe realizarse cada seis meses, esto de nuevo tiene que ver con el desgaste que le supone al vehículo el uso constante para transportar mercancía. Una diferencia de los coches eléctricos con los vehículos tradicionales de diésel, es que la prueba de motor y transmisión también es exclusiva de los coches tradicionales, ya que los eléctricos no tienen embrague ni caja de cambios. Sin embargo, si es posible, se examinará el circuito de cableado y el estado de la batería.
Si las furgonetas se utilizan para el transporte escolar o de mercancías peligrosas, durante la inspección de la ITV se comprueban elementos especiales como los tacógrafos y los limitadores de velocidad. El precio de pasar una ITV para vehículos eléctricos varía según la Comunidad Autónoma en nuestro país, pero lo habitual es que esté en un rango de entre 25 y 30 euros.
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