Los coches eléctricos se han convertido en uno de los actores más importantes cuando se habla de sostenibilidad e iniciativas en pro del medioambiente. En este sentido, Nueva York se ha convertido en la primera gran ciudad del mundo que exige que las flotas de vehículos compartidos sean totalmente eléctricas para 2030. Además, la ciudad ha anunciado la prohibición de combustibles fósiles en los nuevos edificios que se construyan en su esfuerzo por la electrificación.
Nueva York busca convertirse en una ciudad más sostenible
Recientemente, el alcalde de Nueva York y el comisario de TLC anunciaron nuevas normas propuestas para los «viajes ecológicos», según las cuales la flota de coches compartidos de la ciudad debe pasar a vehículos eléctricos o accesibles para sillas de ruedas de aquí a 2030.
Unos incentivos alentadores estarían ayudando al mercado de vehículos eléctricos a competir con los precios de los vehículos de combustión interna en 2027. La normativa estatal exige que todos los turismos, camiones y todoterrenos nuevos vendidos en el estado sean vehículos de cero emisiones para 2035.
Nueva York ha puesto en marcha un programa que exige que el 5% de los viajes compartidos se realicen en vehículos eléctricos para 2024, con un porcentaje creciente cada año hasta 2030, cuando todos los viajes serán de cero emisiones. Por esta razón, las empresas de viajes compartidos Uber y Lyft, que cuentan con 78.000 vehículos en la ciudad de Nueva York, han prometido una transición total a los vehículos eléctricos para 2030.
Se ampliará la red de estaciones de recarga en Nueva York
En la actualidad, la ciudad de Nueva York solo dispone de unos cientos de cargadores rápidos y de nivel 2 para vehículos eléctricos. Sin embargo, el Departamento de Transporte y empresas privadas están trabajando para solucionar esta escasez. El objetivo es reducir a la mitad las emisiones del transporte para 2030.
Siendo Nueva York una ciudad con más de 8 millones de habitantes, una de las ciudades más concurridas y con mayor actividad en todo el mundo, la iniciativa de electrificación de los vehículos compartidos, más que importante, es urgente. Estos esfuerzos ayudarán a mitigar la contaminación que emite la actividad humana diariamente en la ciudad.
Dicha iniciativa establece un nuevo y ambicioso punto de referencia para la adopción de vehículos eléctricos, que es crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el paso hacia un sistema de transporte más sostenible. Al mismo tiempo, esto envía una señal clara a otras ciudades y países de que la adopción de vehículos eléctricos no solo es factible, sino también necesaria para afrontar los retos del cambio climático y la contaminación atmosférica.
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