El aumento del uso de coches eléctricos ha contribuido al desplazamiento del petróleo, una fuente de energía no renovable que se utiliza para propulsar los coches tradicionales de gasolina. A medida que más personas optan por los eléctricos, la demanda de petróleo para el transporte ha disminuido, lo que ha provocado un desplazamiento del uso del petróleo.
¿El petróleo se está quedando atrás en el sector transporte?
El alejamiento del petróleo se considera un avance positivo en cuando hablamos de la lucha contra el cambio climático, ya que las emisiones de los automóviles contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, aunque los vehículos eléctricos se consideran una opción de transporte más sostenible, siguen necesitando baterías de iones de litio. La extracción y producción de los materiales para estas baterías también puede tener un impacto medioambiental negativo; así que, este también es un factor a considerar. En vista de esto, algunas empresas han comenzado a buscar alternativas al litio para las baterías de sus coches eléctricos.
Está previsto que el periodo de retirada progresiva de los vehículos con motor de combustión interna comience a principios o mediados de la década de 2030 en Europa, Norteamérica y algunos territorios de Asia. Por esta razón, el cambio hacia los coches eléctricos desplazará y reducirá gradualmente la demanda de petróleo con el tiempo. Se espera que la producción de la industria petrolera alcance un máximo de 108 millones de barriles diarios justo cuando comience la retirada progresiva de los coches eléctricos, siendo estos el principal factor que contribuya a reducir la demanda de petróleo.
El coche eléctrico vs el petróleo
A medida que más gente se pasa a los coches eléctricos, la demanda de petróleo para el transporte ha disminuido, lo que se traduce en un menor uso de petróleo. En general, se espera que los coches eléctricos contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los coches tradicionales con motor de combustión interna; algo que es de suma importancia en este momento, pues las emisiones del transporte constituyen una parte importante de las emisiones mundiales de carbono.
Y aunque la extracción y producción de los materiales necesarios para las baterías de los vehículos eléctricos, como el litio, también pueden tener un impacto medioambiental negativo, la creciente adopción de vehículos eléctricos se considera un paso en la dirección correcta, ya que se espera que desplace y reduzca la demanda de petróleo con el tiempo. Este es un factor que debe abordarse a medida que los coches eléctricos continúen suplantando a los tradicionales.
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