Hubo una preocupación inicial sobre que el incendio ocurrido en un barco que transportaba coches, incluidos eléctricos y que hubiese sido generado por uno de ellos, pero luego de la investigación inicial se ha determinado que no ha sido así. A pesar de que aún se desconoce la causa del incendio, las cuatro cubiertas inferiores del barco están en buen estado, y 2.857, entre ellos 25 totalmente eléctricos, también se encuentran en buen estado.
Esto es según el jefe de la empresa de salvamento, que fue el encargado de realizar la inspección del barco. Las cuatro cubiertas superiores, en las que no había coches eléctricos, sufrieron daños tan graves que los vehículos quedaron fundidos con el suelo. Los fabricantes de coches investigan ahora cómo se pueden trasladar sus vehículos.
El buque «Fremantle Highway» está actualmente atracado en Eemshaven (Países Bajos) y permanecerá allí hasta el 14 de octubre para bombear el combustible a fin de evitar la contaminación ambiental y las fugas. Luego de que terminen con ese procedimiento remolcarán el buque a otro lugar, y aún no tenemos confirmación si será reparado o desguazado.
¿El miedo a los coches eléctricos y un posible incendio a causa de ellos tiene fundamentos?
Los coches eléctricos son una alternativa ecológica y eficiente al modelo de transporte tradicional, pero también algunas personas creen que representan algunos riesgos potenciales, como la posibilidad de que se produzca un incendio debido a un fallo en las baterías o en el sistema eléctrico.
Según un estudio realizado por el Instituto de Investigación del Automóvil (INSIA) de la Universidad Politécnica de Madrid, la probabilidad de que un coche eléctrico se incendie es de 0,004%, es decir, cuatro casos por cada 100.000 coches eléctricos, es más, esta cifra es menor a las probabilidades de un coche con motor de combustión, un tanque lleno de gasolina corriendo a 100 km/h en una tarde de verano.
Por otra parte cuando ocurren este tipo de accidentes (4 por cada 100.000 coches eléctricos) hay que tener en cuenta que los incendios de estos coches pueden ser difíciles de extinguir y peligrosos para los ocupantes y los servicios de emergencia, ya que pueden liberar gases tóxicos y provocar explosiones.
Por ello, es importante seguir las medidas de prevención y seguridad, como revisar periódicamente el estado de las baterías y el sistema eléctrico del coche, evitar sobrecargar o dañar las baterías, utilizar cargadores homologados y compatibles con el vehículo, y seguir las instrucciones del fabricante en caso de accidente o avería.
Otro estudio de la Asociación Alemana de Inspección Técnica (TÜV) llegó a la conclusión de que la probabilidad de incendio de un coche eléctrico era un 40% menor que la de uno de combustión, esta es una cifra importante y que da confianza a las personas que quieran dar el salto a la movilidad eléctrica, es importante que tengamos conciencia de que el cambio es para bien y nos beneficiará a todos.
Esta diferencia de porcentaje tiene su motivo, y este es que los coches eléctricos tienen sistemas de protección y monitorización que evitan el sobrecalentamiento, el cortocircuito o la sobrecarga de las baterías. También es importante señalar que la amplia mayoría de baterías en este tipo de coches están diseñadas para resistir impactos y perforaciones, además de estar aisladas del resto del vehículo.
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