Los coches eléctricos han llegado para quedarse, y con los coches eléctricos cambian muchas cosas. El consumo de energía deja de medirse en litros a los 100 kilómetros y pasa a medirse en Wh/km, o incluso en kWh/100 km. Pero quizá una de las medidas que más chocan al público es que su potencia no se mida en los habituales caballos de vapor (CV), y se mida en kilowatios (kW). ¿Por qué la potencia de un coche eléctrico se mide en kW? ¿Podemos usar ambas formas para conocer su potencia? En este artículo despejamos todas tus dudas al respecto.
¿Por qué la potencia de un coche eléctrico se mide en kW?
El vatio es la unidad que expresa la potencia de un motor eléctrico. La potencia es la medición de la cantidad de trabajo realizada por unidad de tiempo. El vatio – también llamado watio – recibe el nombre del ingeniero escocés James Watt, inventor de la máquina de vapor. Un kilovatio – su abreviatura es kW – son 1.000 vatios. El vatio es la unidad estandarizada para la potencia reconocida por el Sistema Internacional (SI) y es una unidad métrica. Sabiendo esto, quizá entiendas por qué la potencia de tu aspiradora o tu batidora se mide en W.
La potencia de los coches eléctricos suele ser expresada como potencia máxima o potencia pico. Por ello, coches como el Porsche Taycan Turbo S afirman tener 559 kW de potencia máxima puntual, pero una potencia máxima constante de 460 kW. Como es lógico, lo normal es que sigas teniendo dudas, ¿por qué la potencia de algunos coches eléctricos se anuncia en CV y no en kW? Por inercia histórica. Nadie duda sobre cómo se expresa la potencia de aparatos eléctricos como un horno, pero nadie en Europa ha usado los kW como medida de potencia para un coche.
Tradicionalmente se ha usado el caballo de vapor, que no deja de ser otra unidad de medición de la potencia, cuyo origen es más antiguo que los motores eléctricos. Un caballo de vapor es la cantidad de trabajo necesaria para levantar un peso de 75 kilos, a una altura de un metro del suelo, en un segundo. Es una unidad métrica, y equivale a 735 vatios, o 0,7354 kW. Desde que existe el automóvil de combustión ha sido usada para expresar su potencia.
El motivo es que el automóvil de combustión interna nació en la última fase de la revolución industrial, en la que la máquina de vapor era la reina absoluta. El coche de combustión interna era una alternativa a vehículos movidos por vapor, cuya potencia se expresaba… en caballos de vapor. Desde entonces, la potencia de los coches se ha expresado en CV, y no en kilowatios. Los departamentos de marketing no han cambiado en décadas la forma de comunicar la potencia. No obstante, con los coches eléctricos, las tornas podrían cambiar pronto.
¿Puedo usar ambas formas de medir la potencia de forma indistinta?
Sí, puedes hacerlo. Ambas son unidades métricas y la equivalencia entre ambas es directa y lineal. Sin embargo, poco a poco las marcas tratarán de hablar más de kW al referirse al coche eléctrico, y menos de CV. Lo mismo ocurrirá con los medios, aunque todos tengamos interiorizado el CV tradicional. Técnicamente, y siendo un poco pedante, solo deberíamos usar el kW para hablar de la potencia del coche eléctrico. Igualmente, se usan los kW a la hora de referirse a la potencia de carga de un coche eléctrico – nadie usa los CV en este caso.
Fotos del Porsche Taycan