Más de un siglo ha hecho falta para que los coches con motor de combustión estén viendo cómo llega una tecnología que promete jubilarlos como es la de los coches eléctricos. Sin embargo, los coches eléctricos podrían tener una vida mucho más corta. Y es que la tecnología que haría obsoletos a los coches eléctricos podría estar mucho más cerca de lo que parece.
Energía nuclear impulsando coches y aviones
Esa fuente de energía a la que muchos temen podría ser el futuro de los coches. En realidad, podría ser el futuro de todo tipo de producción energética. No conocemos una fuente de energía más eficiente, y si llegáramos a dominarla se acabarían muchos de los problemas energéticos de la sociedad actual.
Se están haciendo avances en el uso de energía nuclear como sistema de propulsión, y podríamos ver su aplicación antes de lo que creemos.
Una idea con muchos años a sus espaldas
No, poner un reactor nuclear en un vehículo no es algo nuevo. De hecho, los submarinos nucleares son vehículos que podemos considerar incluso antiguos.
Como es lógico, al igual que existen los submarinos nucleares, en el ámbito militar se han desarrollado prototipos de aviones y otros vehículos alimentados por reactores nucleares, con dudoso éxito.
El Ford Nucleon fue una propuesta de vehículo propulsado por un reactor nuclear. Nunca pasó de ser un dibujo en papel. Y lo mismo ocurrió con el vehículo marciano de la NASA que utilizaba el mismo sistema de propulsión. Sin embargo, las propuestas estuvieron ahí. Solo faltaba la tecnología y el conocimiento para desarrollarlas.
Los microrreactores nucleares son claves
Como es lógico, una central nuclear ocupa muchísimo espacio en comparación con lo que sería un vehículo. Uno de los avances prometedores en este campo era el de los SMR, o reactores modulares pequeños. Estos se caracterizan por tener una altura de algo más de 20 metros y una anchura de solo 100 metros.
La combinación de múltiples de estos permitiría a una central operar con una gran producción de energía.
Sin embargo, el siguiente paso son los microrreactores nucleares. Se han conseguido microrreactores del tamaño de una papelera, o incluso del tamaño de una bola de petanca, con unos 10 centímetros de diámetro.
El microrreactor nuclear de Rolls-Royce
La empresa británica Rolls-Royce no solo es reconocida por su papel como fabricante de vehículos de lujo, sino que también ha tenido una gran relevancia como fabricante de aeronaves.
Y su último gran desarrollo es un microrreactor nuclear, con financiación de la Agencia Espacial Británica.
Se ha presentado el que sería el modelo sobre el que se trabajaría, que serviría para proporcionar energía a naves espaciales. Pero lo más interesante es que para cuándo estaría listo este reactor.
A la Luna en 2030
El objetivo de Rolls-Royce es que el reactor esté ya listo para ser enviado en una misión espacial a la Luna a comienzos de la década de 2030.
El potencial del reactor nuclear no es solo para el ámbito espacial, sino también para el ámbito de la defensa y el comercial. El objetivo de Rolls-Royce es convertirse en líder en generación de energía y en propulsión.
Y conseguir un microrreactor en tan poco tiempo convertiría a este elemento en una promesa para otras soluciones de transporte como el de la aviación, uno de los grandes focos de Rolls-Royce. Y por supuesto, también el de la movilidad.
De hecho, con estos plazos, resulta fácil ver que los coches eléctricos no tendrán una vida tan larga como la han tenido los coches con motor de combustión.