Si miramos a nuestro alrededor, de un tiempo a esta parte todo es verde, ecológico, sostenible. Y lo cierto es que cualquier bien de consumo es susceptible de reducir su huella de carbono. Ahora bien, el reto del consumidor, y de cualquier analista, pasa por discernir entre aquellos gestos, de cara a la galería, y soluciones que verdaderamente son beneficiosas, que aportan algo para reducir el impacto de la humanidad sobre el entorno que nos rodea.
En los últimos años, Audi nos ha presentado una gama de eléctricos para todos los gustos, siendo el más apasionante su nuevo Audi e-tron GT. Y en ellos, Audi ha comenzado a explorar soluciones que, en muchos casos, han podido pasar desapercibidas. El Audi e-tron GT emplea llantas específicas, creadas con aluminio con bajas emisiones de CO2, también conocido como aluminio verde, o aluminio con baja huella de carbono.
¿Se trata de un gesto de cara a la galería? ¿O de verdad estamos ante un gran aporte para reducir el impacto medioambiental de la industria del automóvil?
¿Qué son las llantas de aluminio verde?
Las llantas de aluminio verde, o de bajas emisiones de CO2, del Audi e-tron GT emplean un aluminio cuyas propiedades son exactamente iguales que las de cualquier otra llanta de aluminio del mercado. Lo interesante de estas llantas reside en que el aluminio utilizado para ellas se ha obtenido en procesos de fundición de metales con unas emisiones muy bajas de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Para construir estas llantas, Audi ha delegado en la compañía RONAL GROUP, que las produce en su fábrica de Landau, cuyo suministro eléctrico es 100% renovable.
El aluminio empleado, a su vez, procede del proyecto ELYSIS de Alcoa, que produce aluminio mediante procesos que no emiten CO2. Esto, como veremos a continuación, no es nada sencillo. Y el hecho de que el empleo de aluminios verdes, o de baja huella de carbono, se limite de momento a elementos muy concretos, casi testimoniales, como unas llantas, también es un recordatorio de que esto no es más que el principio. Utilizar llantas de aluminios sostenibles es, esencialmente, un gesto. Pero lo interesante está en el futuro que le espera a los aluminios de bajas emisiones y, por extensión, a la metalurgia libre de CO2.
Pensemos que para un fabricante como Audi es importante producir coches que no emitan CO2, eléctricos, como el e-tron GT. Pero también asegurar la reducción de las emisiones en todos los procesos que van de la obtención del mineral, hasta que sale un vehículo terminado de la cadena de montaje. Audi, por ejemplo, solo emplea energía renovable en su fábrica de Böllinger Höfe en Neckarsulm, Alemania, donde se produce el Audi e-tron GT. También emplea sistemas de reaprovechamiento térmico y compensa las emisiones de gases de efecto invernadero que aún no han podido eliminarse adquiriendo derechos de emisión de CO2.
Si un fabricante quiere que la huella de carbono de su producto tienda a cero, necesariamente ha de asegurar que sus proveedores también han minimizado la huella de carbono del suministro que ofrecen. Y eso implica reducir la huella de carbono de cualquier suministro, e incluso de los metales y las aleaciones que se emplean para ensamblar un automóvil. Y ahí es donde entran en juego las llantas del Audi e-tron GT.
Ahora bien, ¿qué es el aluminio verde, sostenible, o bajo en emisiones de CO2/sub>?
¿Qué es el aluminio verde?
La definición de aluminio verde es sencilla, es un aluminio que se ha obtenido con procesos que no emiten CO2. Conseguir que el suministro eléctrico de cualquier proceso industrial provenga de energías renovables también es sencillo. Pero cuando hablamos de la industria metalúrgica nos encontramos con que, desde que la humanidad comenzó a trabajar los metales, el proceso para producir acero, o aluminio, conlleva necesariamente emitir CO2. La metalurgia emplea un 4% de la energía mundial y supone un 7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Producir aluminio sin emitir CO2 no solo requiere emplear energía renovable, sino también reinventar el proceso de fundición de aluminio que la industria lleva utilizando desde el siglo XIX.
La industria del aluminio, por ejemplo, supone un 1% de las emisiones globales de efecto invernadero. Y un 20% de esas emisiones se deben al proceso de fundición de aluminio y a la degradación de los ánodos de carbono.
ELYSIS: el proyecto de aluminio verde de Alcoa
Las metalúrgicas se han puesto las pilas y han comenzado a desarrollar diferentes proyectos para transformar los procesos de fundición de metales y aleaciones y conseguir que estos no emitan CO2. Rio Tinto y Alcoa se unieron en el proyecto ELYSIS, para producir aluminio sin emitir CO2. El mismo aluminio que utilizan las llantas del Audi e-tron GT. También hemos visto diferentes proyectos de aceros verdes que, de nuevo, se han planteado el reto de eliminar las emisiones de CO2 de una aleación que, inexorablemente, necesita carbón.
Centrándonos en el proyecto ELYSIS, nos encontramos con que en los nuevos procesos de producción de aluminio que están desarrollando se ha sustituido el ánodo de carbono, necesario en el proceso de Hall-Héroult que se utiliza desde 1886, por un ánodo inerte. De manera que un proceso que, hasta ahora, emitía necesariamente CO2, por la degradación del ánodo, y por lo tanto contribuía al efecto invernadero y el cambio climático, se ha transformado consiguiendo que con un ánodo inerte, en su lugar, se emita oxígeno.
Evidentemente, para llegar a este punto ha sido necesaria una importante inversión en investigación y desarrollo. Y una vez superado el reto de conseguir un proceso que no emita CO2, lo siguiente es conseguir que este proceso pueda elevarse a escala industrial y hacer que sea viable.
Alcoa ha producido aluminio verde, a diferentes escalas, desde 2009. En enero de 2021, el proyecto ELYSIS comenzaba a producir a escala industrial en Quebec sus ánodos inertes.
En 2024 esperan comercializar el proceso ELYSIS para que toda la industria del aluminio acoja esta tecnología y produzca aluminio sin emitir CO2.
Si nos fijamos en el caso puntual de las llantas del Audi e-tron GT, como os decíamos, nos encontraremos con un mero gesto cuya contribución para reducir la huella de carbono es mínima en un producto tan complejo como es un automóvil eléctrico.
Pero, tal y como hemos analizado en este artículo, detrás de las llantas del Audi e-tron GT hay un proyecto mucho más ambicioso y una compleja empresa para conseguir reinventar la metalurgia, y todos los procesos que apenas han cambiado – en su esencia – desde que la humanidad comenzase a trabajar los metales, para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.