El pasado día 10 de septiembre tuvo lugar el pistoletazo de salida del proyecto Haro Oni con el comienzo de la construcción de la planta situada en la Patagonia chilena en la que se producirá el combustible sintético o e-fuel que permitirá poder comprar un Porsche 911 tal y como lo conocemos más allá de 2035 (y cualquier otro coche), acto al que asistió el propio ministro de Energía de Chile (Juan Carlos Jobet). Por que sí, el uso de estos combustibles verdes se enmarca dentro de la neutralidad de CO2, y por tanto, se considera igual de contaminante que un coche eléctrico (o quizá menos).
En este proyecto no sólo participa Porsche, de hecho, no llega a ser el socio más importante del conglomerado de empresas existentes, entre las que se encuentra Siemens (para la obtención de electricidad mediante fuentes renovables), petroleras como ExxonMobil o eléctricas como Enel, además de la empresa chilena HIF (Highly Innovative Fuels) que ya cuenta con todos los permisos medioambientales necesarios.
Por su parte, Porsche ha contribuido con 20 millones de euros y con su equipo de I+D capitaneado por Michael Steiner, siendo especialmente importante su colaboración para probar este combustible sintético en sus coches, pruebas que ya se están llevando a cabo en la presente temporada de la Porsche Mobil 1 Supercup, un banco de pruebas que sin duda exigirá el máximo.
No obstante, el gran interés de la firma de Stuttgart, tal y como ha dejado ver el propio Steiner, radica en poder seguir comercializando su icónico nueve once cuando la Unión Europea prohíba la venta de vehículos con motores de combustión interna, además de asegurar a sus vehículos cásicos una alternativa a largo plazo. Recordemos que, a día da hoy, el 70 % de los Porsches fabricados siguen en funcionamiento, y es que precisamente Porsche es una de las marcas que más cuidan a sus coches más antiguos, como desarrollando aceites especiales para ellos o sistemas multimedia específicos de estética retro.
Según la hoja de ruta marcada, para el próximo año esta planta piloto tendrá una capacidad de producción de 130.000 litros, la cual se ampliará en una primera etapa a 55 millones en 2024 y se multiplicará por diez de cara al año 2026 con la vista puesta en el objetivo de Porsche de alcanzar la neutralidad en emisiones de CO2 para el año 2030.
¿Por qué el combustible sintético se considera libre de emisiones?
Tal y como ya te contamos en Diariomotor, un coche movido por combustible sintético puede considerarse cero emisiones, pero vayamos por partes. Ese coche tiene un motor de combustión interna, lo que irremediablemente implica que está quemando un tipo de hidrocarburo y que liberará dióxido de carbono por el tubo de escape, es decir, tiene ciertas emisiones locales.
Sin embargo, el combustible sintético o e-fuel al que nos referimos es un tipo de metanol producido en laboratorio, teniendo esta sustancia una cantidad menor de átonos de carbono que la gasolina, por lo que de entrada su combustión produce menos CO2. Según Porsche, las emisiones de un coche que lo use son aproximadamente un 90 % inferiores, aunque si tenemos en cuenta que su poder energético es considerablemente menor al de la gasolina, haciendo «números gordos» más bien podríamos estar hablando de un 60 – 70 % sin conocer más información.
Pero es ahora cuando viene la parte más interesante, y es que para fabricar ese metanol se necesita tomar CO2 del aire, siendo esta la clave por la que se su uso se considera neutral, ya que el dióxido de carbono liberado por el tubo de escape es recuperado. Sí, es cierto que con ello no se reducen las emisiones locales, pero es que un coche eléctrico con cero emisiones locales puede tener altas emisiones deslocalizadas si la electricidad producida par moverlo proviene de una central térmica.
Así pues, en primer lugar se necesita hidrógeno, el cual se obtiene mediante electrólisis del agua, para lo que se utiliza electricidad producida mediante fuentes de energía renovables, en este caso, un generador eólico firmado por Siemens, lo cual también contribuye de forma indirecta al desarrollo del coche de hidrógeno. A continuación, a través una serie de procesos químicos se obtiene metanol mediante la combinación de hidrógeno y dióxido de carbono, constituyendo ese metanol la base principal del combustible sintético.