Se rumora que la famosa empresa de coches eléctricos Tesla, ha comprado la empresa alemana Wiferion que se especializa en desarrollar soluciones de carga inalámbrica. Aunque ninguna de las dos empresas ha confirmado la compra de forma oficial, podemos tener una pequeña pista de que de hecho si pudo haber ocurrido, y es que en su sitio web, en la parte inferior dice: “©Tesla Engineering Germany GmbH 2023”.
Esto lo que sugiere es que Tesla si ha adquirido dicha empresa y se hará cargo de sus operaciones. Con la adquisición de Wiferion, es posible que Tesla haya obtenido acceso a nueva tecnología de vanguardia en el mercado de la carga inalámbrica y que esté explorando nuevas posibilidades para implementar soluciones de carga inalámbrica en sus productos, como por ejemplo el Powerwall.
¿Qué sabemos de Wiferion?
Como ya dijimos, Wiferion es una empresa alemana que se dedica al desarrollo y venta de soluciones energéticas, tienen un gran nicho de mercado en las aplicaciones de robótica móvil. Su producto estrella es el sistema de carga inductiva etaLINK, que permite cargar de forma inalámbrica y eficiente vehículos eléctricos industriales, como carretillas elevadoras, robots autónomos o cobots. La empresa Wiferion fue fundada en 2016 y tiene su sede en Friburgo, Alemania. Debido a su trabajo ha llamado la atención de Tesla que tenía la intención de adquirirla por 76 millones de dólares.
El objetivo de Tesla con esta compra es aprovechar su experiencia y la tecnología de Wiferion para mejorar sus propios sistemas de carga y producción, así como explorar el mercado de la carga inalámbrica para coches eléctricos. Wiferion con la compra del famoso fabricante de coches eléctricos pasará a llamarse Tesla Engineering Germany GmbH y de momento seguirá operando desde Alemania.
¿Cuáles obstáculos y retos debe vencer Tesla para lograr la carga inalámbrica en sus coches?
La carga inalámbrica en coches eléctricos es una tecnología prometedora que facilitaría la recarga de las baterías sin necesidad de conectarse a los coches mediante cableado alguno. Sin embargo, todavía existen algunos obstáculos que impiden su desarrollo y aplicación masiva. Uno de los principales desafíos es lograr una eficiencia y una potencia suficientes para que la transferencia de energía sea rápida y segura.
En la actualidad la carga inalámbrica tiene una pérdida de energía de entre el 10% y el 20% respecto a la carga convencional, lo que implica un mayor consumo y un mayor impacto ambiental. También se debe tener en cuenta que la potencia máxima que se puede transmitir por inducción magnética es de unos 20 kW, lo que limita la velocidad de carga y la autonomía de los vehículos eléctricos.
Otro de los obstáculos es garantizar la compatibilidad de la carga inalámbrica con coches de otras marcas, como si se ha hecho en los actuales puntos de carga de Tesla ya que tienen compatibilidad con coches de otras marcas. Existen diferentes protocolos y frecuencias que pueden generar interferencias o incompatibilidades entre los distintos fabricantes y modelos de coches eléctricos.
Por este motivo se requiere de una protección normativa que logre un equilibrio entre los criterios técnicos y de seguridad para el uso de esta tecnología. La carga inalámbrica en coches eléctricos es una innovación con un gran potencial, pero que aún debe superar algunos retos para convertirse en una realidad accesible y sostenible.
Más información: somoselectricos.com
