Las cifras lo dicen todo. Y prácticamente no habría que decir nada más. 5 millones de personas mueren en todo el mundo al año por culpa de los combustibles fósiles: el petróleo, la gasolina, el diésel y todos los derivados de estos.
El último estudio sobre las muertes por combustibles fósiles
Aunque a lo largo de los años las estimaciones sobre cómo ha afectado la polución atmosférica han ido variando, las cifras nunca había sido tan altas como en este caso.
El nuevo estudio y modelo de estimación ha sido realizado por una serie de investigadores de renombre de entidades prestigiosas de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, España y Chipre, y se ha hecho eco The Guardian. Y las conclusiones han sido inequívocas: olvidar los combustibles fósiles salva vidas.
5 millones de muertes al año
En base a las cifras estadísticas del 2019, se ha creado un modelo estadístico que puede estimar las muertes producidas en un año como consecuencia de los diferentes tipos de polución atmosférica.
Las cifras totales estiman que en 2019 murieron por culpa de inhalación de micro partículas y ozono algo más de 8 millones de personas en todo el mundo.
Y de esos 8 millones, el 61% está relacionado con la contaminación de la atmósfera como consecuencia del uso de combustibles fósiles, lo que nos deja 5 millones de muertes al año por usar gasolina, diésel, petróleo o derivados del petróleo.
Millones de vidas salvadas por dejar de usar petróleo
Independientemente de si la solución a los problemas de contaminación atmosférica es pasar a un modelo de circulación en coches eléctricos o si esto no será una solución definitiva, es innegable que el problema merece atención.
Las cifras son altísimas como para pasarlas por alto. Y de hecho, tampoco sirve lo de mirar a otro lado porque es algo que solo afecta al «tercer mundo». En realidad, muchos países europeos y americanos se ven afectados debido a un uso intensivo de combustibles fósiles. De hecho, se considera que muchas de las muertes provienen de los denominados países del «primer mundo», y no tanto de zonas menos pobladas.
Es más, la principal causa de mortalidad producida como consecuencia de la contaminación atmosférica son los problemas cardiovasculares, una afección muy común en los países más desarrollados. Aunque la contaminación atmosférica también afecta a otras condiciones como la hipertensión arterial o los trastornos neurodegenerativos.
Si bien es cierto que resulta imposible establecer una relación directa entre una determinada muerte por estos motivos y el uso de combustibles fósiles, es inevitable tener en cuenta las cifras estimadas en las que se podrían reducir las muertes si dejamos de usar combustibles fósiles.
Y es que las más de 8 millones muertes debidas a la contaminación atmosférica bajarían a poco más de 3 millones si solo dejamos de usar petróleo y sus derivados. Y a solo 2 millones si eliminamos todas las emisiones provenientes de actividades humanas.
Puede que sea, de largo, el principal motivo para que todos pongamos de nuestra parte en acabar con el uso de combustibles fósiles. Incluso más que el de cuidar del planeta de cara a un futuro más esperanzador. Los resultados podemos sufrirlos de forma directa.
