El aceite industrial es un producto versátil que se utiliza ampliamente en diversos aspectos de nuestra sociedad, incluidos los procesos industriales, y para diversas aplicaciones como engranajes y maquinaria. En Madrid, el aceite industrial está ganando impulso para la Economía Circular, ya que el 74% del aceite usado recogido el año pasado se envió a regenerar. El resultado fue la producción de más de 5.000 toneladas de nuevos lubricantes, con lo que se ahorraron 2,6 millones de barriles de petróleo y se redujeron las emisiones de dióxido de carbono en casi 6.000 toneladas.
El aceite industrial usado está tomando cada vez más protagonismo en Madrid
El año pasado, un total de casi 7.000 entidades de la Comunidad de Madrid generaron 14.156 toneladas brutas de aceites industriales usados. Aproximadamente el 55% de este volumen fue generado por los talleres mecánicos, responsables también de la mayor proporción de residuos de aceites industriales usados. El otro 45% del aceite industrial usado procedía de diversas industrias, como la agricultura y el transporte, entre otras. Los puntos de generación también eran diversos, incluidos hospitales, instalaciones militares y más.
La regeneración del aceite industrial usado es un proceso importante y necesario que puede contribuir significativamente a reducir el consumo de materias primas y el impacto sobre el medio ambiente. Tratando correctamente el residuo, se conservan los recursos materiales y energéticos originales, pudiendo transformarse en nuevos productos o utilizarse como fuente de energía.
Este proceso también puede ser más eficiente energéticamente que el refinado tradicional de petróleo y ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Es un paso importante para crear una economía más circular en la que los residuos puedan transformarse en recursos valiosos en lugar de enviarse a los vertederos.
¿Qué pasa con el aceite usado que no puede ser regenerado?
El 26% restante de los aceites industriales usados en la Comunidad de Madrid no eran aptos para su regeneración y fueron sometidos a un proceso de tratamiento, que incluía procesos físicos y reactivos químicos, para convertirlos en un combustible de uso industrial. Este combustible tenía características similares al fuel tradicional, que se utiliza en diversas industrias. El proceso de conversión permitió evitar la emisión de 1.717 toneladas de CO2.
Los procesos de gestión y valorización de aceites industriales usados en la Comunidad de Madrid, a través del Sistema de Gestión de Aceites Industriales Usados (SIGAU), tienen un impacto significativo en la reducción de residuos y en la disminución de la dependencia del refino de petróleo. El tratamiento del aceite usado mediante regeneración permite la producción de nuevos lubricantes valiosos y respetuosos con el medio ambiente, al tiempo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de energía y el consumo de petróleo. Recientemente, Repsol tomó la iniciativa de convertir aceite de cocina en combustible renovable en Madrid. Este tipo de acciones siguen demostrando el compromiso español por utilizar y reutilizar los recursos de manera sostenible.
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