PSOE y Sumar acaban de anunciar un acuerdo para formar un futuro gobierno de coalición, respaldado por un programa de gobierno de once puntos, entre los cuales se incluye un apartado sobre vivienda y transporte que hace referencia muy concreta a los vuelos nacionales.
¿Adiós a los vuelos nacionales con alternativa AVE?
El acuerdo propone que se impulse la reducción de los vuelos nacionales en aquellas rutas que dispongan de una alternativa ferroviaria inferior a dos horas y media.
El acuerdo no especifica que rutas podrían verse afectadas por esta medida, pero sí una excepción que sería clave para hacer que las rutas que pudieran responder a esa descripción y disponer de alternativa ferroviarias sean muy pocas, prácticamente testimoniales.
Salvo en conexiones con aeropuertos-hub internacionales
Tal y como establece el propio acuerdo, las conexiones con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales no entrarían dentro de los vuelos nacionales que se pretenden reducir. Quedaría por determinar cuáles son los aeropuertos considerados como hub internacional y que, hasta ahora, permitían la conexión aérea de otros aeropuertos españoles, mediante vuelos nacionales, con destinos internacionales. Según esa determinación de hub internacional la medida de reducir el número de rutas nacionales podría tener un efecto mínimo, o prácticamente nulo.
Los principales aeropuertos españoles, por conexiones internacionales, y volumen de pasajeros, son Adolfo Suárez Madrid-Barajas (45 millones de pasajeros en el acumulado del año, hasta septiembre y 289 mil operaciones) y Barcelona-El Prat, seguidos de Palma de Mallorca y Málaga-Costa del Sol.
El número de rutas ferroviarias inferiores a dos horas y media entre ciudades que, a su vez, están conectadas por vuelos nacionales, afectaría a muy pocas ciudades conectadas por AVE con Madrid y, de nuevo, a la interpretación que se haga de Madrid como hub aeroportuario internacional.
Más vuelos y más transporte ferroviario
El objetivo pretendido por este tipo de medidas, de llegar a aplicarse, y sustituir los vuelos cortos por conexiones ferroviarias, es el de reducir la huella medioambiental del transporte. Por sus emisiones de CO2, el impacto del transporte aéreo es significativamente superior al del transporte ferroviario. Según Renfe, la circulación diaria de todos los trenes evita la emisión de 5,7 millones de toneladas de CO2.
Esta medida ya ha tratado de aplicarse en otros países, como Francia. El principal problema de la medida, tal y como ya se aprecia en el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar, reside en el hecho de que para poder ser aplicable se requiere de una red de ferrocarril muy extensa y eficiente y también en que las diferencias de las infraestructuras existentes entre países tan próximos como España y Francia hacen que la medida que puede funcionar en el país vecino, no necesariamente sea aplicable en nuestro país.
El objetivo final sí es el de reducir el número de vuelos nacionales y sustituirlos por rutas ferroviarias de alta velocidad. Pero tal y como vemos, al menos de momento, no parece que la medida acordada entre PSOE y Sumar vaya a tener un gran impacto.