El reactor solar experimental a escala piloto construido por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) es similar a un árbol artificial, capaz de producir hidrógeno, calor y oxígeno cuenta con una eficiencia excepcional.
El “árbol artificial” de Suiza
Con una potencia de más de 2 kilovatios (kW), se superó el límite de 1 kW para el reactor piloto y se mantuvo una eficiencia récord para esta escala. Este es un logro histórico en la generación de hidrógeno solar.
A diferencia de las demostraciones anteriores, que se concentraban únicamente en la tecnología en sí, esta demostración a nivel de sistema incluye todos los componentes y periféricos necesarios, lo que proporciona una representación más precisa de la eficiencia energética del sistema completo. Esto es algo importantísimo para que el equipo pueda predecir la eficiencia energética real que pueden esperar de esto.
Cabe destacar que, con una potencia de salida de más de 2 kilovatios, el equipo superó el límite anterior de 1 kilovatio para el reactor piloto, manteniendo además una eficiencia récord para esta escala. Esto supone un paso notable hacia la comercialización de esta tecnología. La tasa de producción de hidrógeno alcanzada en este trabajo representa un hito importante en el desarrollo de soluciones energéticas sostenibles.
Cómo funciona este árbol artificial
La fotosíntesis artificial es un proceso de producción de hidrógeno a partir del agua mediante energía solar. Este sistema es único por su capacidad de generar calor y oxígeno.
Los rayos del sol se enfocan mediante un plato sobre la reacción fotoelectroquímica integrada, situada en el punto de enfoque, donde el agua se electroliza en hidrógeno y oxígeno utilizando energía solar. Este proceso genera calor, el cual pasa a través de un intercambiador de calor para ser utilizado con fines térmicos, como la calefacción de espacios.
Una tecnología del futuro que espera llegar a más personas
Esta tecnología de punta es adecuada para una amplia gama de aplicaciones industriales, comerciales y residenciales. Por ello, SoHHytec SA, una empresa derivada de LRESE, ya la está implantando y comercializando.
Mientras tanto, la EPFL se ha asociado con un centro de producción de metales de Suiza, donde tiene previsto instalar una planta de demostración a escala de 100 kilovatios. La planta generará hidrógeno para los procesos de recocido de metales, oxígeno para los hospitales cercanos y calor para agua caliente para las necesidades de la fábrica.
La directora del laboratorio de investigación también ha dejado entrever nuevas vías tecnológicas. Entre ellas, un sistema de energía solar a gran escala que no divide químicamente el agua, sino el dióxido de carbono. Se planea generar con esto otras sustancias útiles, como gas de síntesis y etileno, los cuales se usan respectivamente para crear combustible líquido y plástico que son respetuosos con el medio ambiente.
