En abril de 2023, la demanda de electricidad en la España peninsular descendió a niveles no vistos en más de dos décadas. Entre las principales causas de este descenso destacan la disminución de la demanda industrial debido a la crisis de precios de la energía, el aumento del autoconsumo y las altas temperaturas. España ha experimentado una importante caída de la demanda de electricidad en los últimos meses, lo que plantea interrogantes sobre los factores subyacentes y las posibles implicaciones para el futuro del mercado energético del país.
El descenso en la demanda industrial de electricidad
Los datos del Índice Red Eléctrica (IRE) muestran que la demanda industrial de electricidad en 2022 tuvo la mayor caída de su serie histórica, un descenso del 11,2%. La demanda del sector industrial en el primer trimestre de 2023 disminuyó un 6,9% respecto al primer trimestre de 2022. Esto indica que la reducción de la demanda de este sector, debido a su falta de competitividad por los altos precios de la energía en 2022, es una de las principales causas del bajo porcentaje registrado en la demanda peninsular en abril.
Muchas empresas del sector tuvieron que reducir su producción, cerrar temporalmente o incluso de forma definitiva debido al impacto de los altísimos precios de la energía. Esto explica la extraordinaria caída de la demanda en comparación con años anteriores. En general, la crisis de los precios de la energía ha afectado mucho a la demanda de electricidad, sobre todo entre las industrias.
Cómo el autoconsumo y las temperaturas han jugado un papel importante en la demanda de energía
El volumen de instalaciones de autoconsumo de energías renovables en España ha aumentado significativamente en los últimos años, con estimaciones de UNEF y APPA que indican una potencia total de 5,3 GW en 2022. En comparación con el año anterior, esto supone un crecimiento de 2,6 GW, lo que equivale a un incremento del 98%.
Por tanto, queda claro que el aumento del autoconsumo ha comenzado a tener un impacto en la demanda, ya que conlleva un menor consumo del sistema eléctrico, y se espera que la tendencia al alza continúe en el futuro a medida que el número de instalaciones de autoconsumo siga creciendo. La energía solar en este sentido está tomando cada vez más protagonismo.
Por otro lado, debemos tomar en cuenta también lo que han sido las temperaturas de abril. En este año, España registró una temperatura media de 17,4 ºC, que es la temperatura más alta registrada para el mes y es 2,6 ºC superior a la media de 35 años. Este clima más cálido en abril se tradujo en una menor demanda de electricidad, debido a la menor necesidad de calefacción y aire acondicionado en esa época del año. Las condiciones meteorológicas también han contribuido significativamente a la baja demanda de abril, y las temperaturas inusualmente altas han desempeñado un papel importante.
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