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La batería orgánica que no contamina, no se incendia y está inspirada en la naturaleza, está siendo ya puesta a prueba en España

Una batería orgánica y respetuosa con el medio ambiente ofrece ventajas que, en este preciso momento, son imperantes para nuestro planeta. El hecho de que tengan un bajo riesgo a incendiarse o explotar, así como el no ser contaminantes, las colocan en una posición clave, si tenemos en cuenta las urgencias medioambientales que vivimos actualmente.

El proyecto de investigación HIGREEW, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea está trabajando en este sector; con el objetivo de desarrollar y validar baterías de flujo redox que sean medioambientalmente sostenibles desde el punto de vista energético y de potencia. Según Eduardo Sánchez, líder de la línea de investigación de esta tecnología, estas baterías podrían desempeñar un papel esencial en la transición hacia una energía más sostenible. El objetivo es maximizar su vida útil, minimizar el coste y crear un enfoque innovador para el almacenamiento de energía renovable.

Desarrollo de una batería orgánica

El programa HIGREEW tiene como objetivo desarrollar una batería de electrolito orgánico de nueva generación con un electrolito orgánico de bajo coste y soluble en agua, compatible con una membrana optimizada de baja resistencia y una cinética de electrodo rápida para una alta densidad energética y una larga vida útil.

Se ha construido, puesto en servicio y probado un prototipo de contenedor de batería de 5 kW en la Instalación Híbrida de La Plana, un centro de I+D de GAM. Este proyecto ya ha logrado grandes avances en el desarrollo de una batería orgánica de nueva generación. Una de sus principales ventajas es que utiliza soluciones acuosas como electrolitos seguros no inflamables, lo que también contribuye a su menor impacto medioambiental. La excelente estabilidad y durabilidad de sus componentes permite desacoplar potencia y energía, lo que la convierte en una solución prometedora para el almacenamiento de energías renovables.

Las baterías orgánicas se basan en el uso correcto de los recursos

La alta disponibilidad de materias primas como carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno es uno de los argumentos «irrefutables» a favor de las baterías orgánicas. Y es que el diseño de los materiales orgánicos se basó en la química y la naturaleza, inspirándose en los compuestos que se encuentran en los seres vivos. Las aloxazinas y los derivados de la quinona, ambos con importantes funciones en el metabolismo y la respiración, se han modificado para su uso en baterías orgánicas.

Se espera que las baterías orgánicas que se están desarrollando en el marco del proyecto de investigación HIGREEW tengan un impacto positivo en varios sentidos. Una de las ventajas más significativas de estas baterías es su respeto por el medio ambiente y el bajo coste de sus materiales, lo que las convierte en una alternativa más sostenible que las baterías tradicionales.

Otro aspecto altamente positivo de estas baterías es el uso de soluciones acuosas como electrolitos seguros y no inflamables, así como la excelente estabilidad y durabilidad de sus componentes contribuyen a un menor impacto ambiental. Se espera que estas baterías formen una parte importante de la contribución hacia el uso de energías más limpias.

Más información: energynews.es

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Emmanuel Jiménez

Fan desde los 5 años de conducir y pilotar cualquier cosa que tenga ruedas o vuele, con motor o sin él. Seguir leyendo...

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